¿De dónde sale el nombre “bife de chorizo”?

El bife de chorizo es un bife, pero (la aclaración parece de perogrullo, pero no está de más) no es un chorizo. Ni está hecho de pedacitos de chorizo. Seamos concretos y sinceros: estamos hablando de un churrasco. Un excelente churrasco, de la mejor calidad, pero un churrasco al fin. La primera vez que lo pedí, me decepcioné, no lo voy a negar. Me había hecho una fantasía alrededor y pensaba que sería una especie de pan de carne de choris, pero no. Entonces, ¿por qué se llama así?

La trampa de la semántica: es un bife, pero no un chorizo

Ese mismo día, llegué a casa y me puse a buscar “bife de chorizo” en mi enciclopedia de cabecera (mi infancia transcurrió en momentos pre Google). Obviamente, la enciclopedia no incluía esa entrada. Al día siguiente, decidí ir a la fuente: me apersoné en la carnicería de Miguel Ángel, nuestro proveedor de confianza, y le pregunté por qué se llamaba así. La respuesta fue todavía más decepcionante que la sufrida el día anterior: “por la forma”, fue lo único que me dijo (Don Miguel Ángel era sordo, así que las charlas con él no eran muy extensas). Acto seguido, con una mano levantó uno de los fatídicos bifes y con la otra un chorizo. Los puso a la par. El pedazo de carne era más grande (y más tentador, no lo voy a negar), pero no había discusión en que morfológicamente había muchas similitudes: ambos alargados, cilíndricos, curvos.

Con el tiempo aprendí que es un corte que se conoce como “entrecot” (que viene del francés “entrecôte”, que significa “entre costillas”) y que está atrás del lomo. También sé que es un manjar para el 90% de la gente. Yo estoy en el otro 10%. Todavía no se me pasó la decepción.