Aun en nuestros días, en los que parece que vivimos desconectados de nuestro pasado y de nuestra esencia, muchos rituales continúan vigentes. Rituales que, en algunos casos, se remontan a miles de años atrás. La Fogata de San Juan es un rito con origen pagano, que luego fue tomado por el cristianismo y que se expandió por el mundo cuando los europeos comenzaron con sus conquistas. Hoy se festeja incluso en la Ciudad de Buenos Aires.
Ya desde la Antigüedad, incluso en la antigua Roma, se celebraba el solsticio de verano para el hemisferio norte. El centro del ritual era el fuego, que representa un símbolo de purificación, la idea de una renovación vinculada al ciclo de la naturaleza que alcanzaba a quienes participaban del rito. Con la llegada del cristianismo, se buscó eliminar esos rituales considerados paganos, pero algunos de ellos –como este– estaban fuertemente arraigados entre la población.
Entonces, se buscó una resignificación de la tradición, vinculándola con una festividad cristiana: la de San Juan Bautista. Fue entonces cuando comenzó la Fogata de San Juan. La celebración se extendió luego a distintos países de Europa, en especial a España, donde los sanjuanes son eventos importantes en distintas regiones, cada una con sus particularidades, pero con algo en común: la quema de muñecos u otros elementos. El fuego siempre está presente, junto con danzas y canto. Fue desde España que la Fogata de San Juan llegó a nuestras tierras, como no podía ser de otra forma. En la Argentina, el ritual se realiza en distintas provincias.
¿Cuándo se realiza?
La Fogata de San Juan tiene lugar en la noche del 23 de junio, exactamente a la medianoche, ya que la festividad es el día 24. Se trata de un ritual que tiene algo de mágico que viene con el fuego: el final de una etapa y el comienzo de algo nuevo se sienten en el aire. En la hoguera, se queman los malos augurios y se piden los buenos deseos. El fuego tiene el poder de llevarse lo viejo y traer lo nuevo, con su fuerza, su poder y su calor.
Las celebraciones varían de lugar a lugar, pero el fuego es la constante que se mantiene siempre presente. En las grandes ciudades, como la Ciudad de Buenos Aires, desde hace unos 7 años, el Gobierno local se encarga de llevar adelante los festejos, que a veces se realizar posterior a la fecha. La Fogata de San Juan es organizada por el Distrito de las Artes, dependiente del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, y se realiza en el barrio de La Boca.
Año a año, miles de personas se reúnen allí, donde tienen la posibilidad de participar de diferentes talleres y actividades culturales gratuitas para toda la familia. En el cierre, se realiza la tradicional fogata colectiva, en la que se queman muñecos construidos por vecinos, escuelas y organizaciones del barrio celebrando la vida en comunidad y el uso del espacio público como lugar de encuentro.
La noche del 23, entonces, es el momento de soltar lo viejo y dejar que el fuego traiga con él todas las cosas buenas que estamos deseando.
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Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.