Ser Argentino. Todo sobre Argentina

Que se vaya todo a la M

El peligroso deseo de la gente de que "explote todo". Pensar. Ahí está la clave.

Una vez más las famosas encuestas sobre intención de voto pifiaron estrepitosamente. Habiendo trabajado por más de tres décadas con encuestadores de todo tipo y calibre insisto en que son una herramienta muy pobre para evaluar y tomar decisiones. El problema es que la ‘muestra’ (la gente consultada, en este caso) siempre es muy poca como para deducir una tendencia. Hacer un buen muestreo sale muy caro y las encuestadoras no los hacen. Total, es como que el árbitro dice el famoso “Siga, siga” de los jueces ‘sacapartidos’ y ningún político que se precie de tal deja de encargarlas. Los encuestadores reconocen esto pero te dicen que suplen la falta de datos sólidos con capacidad profesional. La inmensa mayoría son tan charlatanes como los políticos que los contratan. La prueba más elocuente de esto que expongo es que de treinta encuestadoras solo una se arrimó algo al resultado de las PASO (ese algo significa que la pifió por un poco más del 10%; una barbaridad). Ahora hay una herramienta muy interesante que se llama “Data science” ("Ciencia de datos") que recoge datos sobre las personas en base a lo que navegan en la web. Claro: los dueños de las empresas se avivaron de entrada y te cobran lo que realmente vale este tipo de investigación que no es más ni menos que una vieja investigación de mercado pero con datos potables. Después también hay una parte importante que es la capacidad profesional para analizar esos datos y ahí obvio que pocas empresas la tienen. La “Data Science” es la evolución tecnológica que le puso la gente de Trump a la campaña que lo llevó a la presidencia de Estados Unidos, sobre la que había hecho Mister President a Barack Obama sosteniendo a las redes como vehículo principal de su comunicación. Lo mismo que llevó a Macri acá, solo que los medios masivos no se lo perdonaron y lo limaron los cuatro años de mandato. Que finalizaron en el “Alberto moderado” y “Masa Súper Ministro”, nunca olvidemos. Este es el panorama que tenemos hoy.

Milei Presidente

En cuanto a comunicación Milei hace lo mismo que Macri. Y permitime decirte que va a ser una presidencia muy parecida, llegado el caso (Congreso, medios de comunicación, sindicatos, La Cámpora, Gobernadores y no se si la Iglesia, todos en contra). Pero como anti sistema (para mí es un personaje que hace, ¡pero lo bien que lo hace!) es al menos conceptual no usar medios masivos. Que no solo lo ignoraron bastante (solo fue a programas de televisión ‘amigos’) sino que los que no lo hicieron, le pegaron. Las redes sociales son ‘anti casta’, populares, masivas. Quizá esa sea una de las explicaciones de su éxito hasta acá. Si va a llegar o no al ansiado sillón de Rivadavia no es tópico de esta nota.

Sin dudas que Milei expresa el hartazgo de la gente sobre los políticos en general. Es un hartazgo tan fuerte que lo visceral pulveriza a lo racional. Así nos dejaron; yo también estoy cansado de ellos y su avaricia, maldad, hija de putez, impunidad. Y sobre esto me quiero detener.

Que explote todo

La gente está tan harta que lo que más escuché y por todos los canales posibles es: “Yo lo voto a Milei. No se si va a ser mejor que éstos, pero me chupa un huevo. Que se vayan todos al carajo. No se. Que explote todo y después vemos”.

“Que explote todo” es lo más repetido cuando preguntás un poco. Me hace acordar al videíto de los dos mocosos esos andando en auto a toda velocidad por la costanera de Mar del Plata en un amanecer (gracias a Dios), en el que el conductor dice “Si no matamo, no matamo”. Así de drogados parecemos los argentinos. O los chorros que salen de la cárcel y al otro día se enfrentan con la policía en una toma de rehenes y dicen “Yo estoy jugado; no me importa nada”.

El temita es que no somos ni drogadictos ni ex reclusos sin futuro. La gran mayoría tenemos una vida maravillosa por delante. Expectativas, ganas, ilusiones. O simplemente la vida misma. Muchos tenemos hijos a los que les queremos dejar un futuro como corresponde a un país rico. Lleno de oportunidades. Estable económicamente, igualitario, sin violencia, con felicidad y amor. Bueno: para algunos pareciera que eso no importa.

Siempre mirando el hoy

Demás está decir que estamos así por votar mal. Por no rebelarnos antes. Por esperar a que nos toquen el bolsillo para ‘saltar’. A los argentinos mientras uno mismo esté bien y la Selección de fútbol gane, lo demás nos importa tres pitos. El país, el que la pasa mal, el de al lado... el futuro de sus propios hijos. Eso fue siempre así; no es producto del hartazgo 2023.

No nos importa nada lo público. Como si lo que es de todos, al no ser delimitadamente mío no fuera de nadie. La Argentina es de todos. No es que no es de nadie. Y la rifamos todos los días. Claro: es un país con miles de riquezas de todo tipo, económicamente nos levantamos de una catástrofe enseguida. Ahora el problemita lo vamos a tener en lo moral, ético e institucional. Porque la falta de educación, de salud pública, de soberanía, de justicia no se recuperan en un año.

¿Será Milei?

¿Sabés cuántos ‘ejecutivos’ necesita un gobierno para poner al frente de todas las dependencias? ¿Cuántos hombres de su partido tiene que tener para llenar los cargos que necesita un gobierno? Son más de tres mil. ¿Milei tiene más de tres mil personas de su confianza que puedan dejar todo y ponerse a trabajar para el Estado?

Vamos a suponer que todas sus ideas son maravillosas (y quiero que sepas que coincido con gran parte de ellas). Para promulgar y cambiar leyes va a tener que negociar sí o sí en el Congreso, dado que máximo podrá tener 30 congresistas propios. Por ejemplo: ¿sabías que por ley no se puede echar a un empleado público sin ‘justa causa’? Y que probarla es más difícil que ganarle un juicio laboral a un sindicato.

Hablando de los sindicatos, no creo que vean con buenos ojos que vaya a tratar de echar a miles para reducir gastos. Claro: siempre está la alternativa de sobornar a los sindicalistas que son lo más corrupto que hay; pero va a necesitar algo de dinero para eso. Andá sumando. Sobornar jueces para que dicten sentencia a favor en los despidos. A los periosobres para que no lo limen. A los maestros para que no le hagan paros. Ni hablar de las ‘organizaciones sociales’ que se llevan millones y millones de guita de nuestros impuestos para mantener vagos. O los Gobernadores, cuando no el giren la guita de los impuestos y no recaude. O no bajen el gasto público y se dificulte llegar al ‘déficit cero’, pilar de la reconstrucción económica...

Lo repito: va a tener el mismo panorama que Macri, solo que Macri tenía un aparato como el de la UCR atrás que le facilitó ciertas cosas. Y lo repito no porque quiera incidir en tu voto. Lo hago porque a Macri la gran mayoría lo votó para sacar a los K. Y después aumentó las tarifas de luz y gas y se enojaron y votaron a Albertito, echándole la culpa a Macri. Sí: así de enfermos somos. A mí me encantaría que a Macri lo hubieran votado por sus ideas y que le huberan dado mayoría en el Congreso para poder llevarlas a cabo. De esa manera hubiera sido la única forma seria de medir la gestión. No fue. Ok. Pareciera que vamos camino a repetir una vez más un error. Nos encanta repetir errores. Los repetimos desde las Invasiones Inglesas. Como los locos.

Entonces ¿qué hacemos?

Creo que de una buena vez tenemos que empezar a pensar primero en el país, como vía de remedio para los habitantes del país.

Pensar. Ahí está la clave.

Antes de decidir el voto, escucharía bien a los candidatos. Trataría de ver qué proponen y quienes llevarían a cabo esas propuestas. Sobre todo, si tendrán la idoneidad y temple para hacerlo.

No podemos rifar nuestra vida por un berrinche una vez más.Tenemos que dejar de ser nenes de cuatro años que se enojan y no piensan y solo se tiran al suelo y patalean mientras gritan. Es medio de pelotudos a los treinta, cuarenta, cincuenta o más años, ¿no? Tenemos un cerebro y aunque sea medio deficitario, tenemos que usarlo. O nunca vamos a salir de este rulo en el que estamos metidos hace cincuenta años en el que somos dos años felices y diez infelices.

Pensá. Pensá en qué necesitamos como país. En quién propone eso. En quién lo podrá llevar a cabo. Porque si no, es todo muy lindo pero al pedo. Es como ir a ver una Ferrari a la concesionaria cuando no tenés guita ni para cargar la SUBE. Por ahora pensá en quién te propone que te vas a poder comprar un TITO y en cómo dice que vas a juntar la guita. Y votá a ese. Convencido. A favor. No en contra. Puede que pierda. Puede que gane y nos vaya para el orto. Pero al menos vamos a empezar a andar el camino de la madurez. Que es lo que ni más ni menos, necesitamos de una buena vez por todas. Porque si seguimos así, sabés muy bien quién es ese que explota cuando explota todo, ¿no?

Imagen: Freepik

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