¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Viernes 02 De Junio
Por Carlos Alma
Existe una generalizada impresión por la que los límites entre economía y finanzas se confunden aunque realmente las finanzas, bien aplicadas, son solo una poderosa herramienta para el desarrollo de la economía. El flujo de fondos debe tener siempre un objetivo positivo que lo justifique en tanto que la recaudación al final, resulte eficiente.
Si bien esto pareciera de aplicación para las empresas, no deja de ser cierto que gastar más de lo que recauda el Estado, a la postre deriva en un problema de gravedad insoslayable e insostenible que termina en crisis. Los dos primeros años del gobierno de Mauricio Macri, han puesto en evidencia la perspectiva de una situación muy compleja que habilitó un estrecho sendero plagado de problemas cuya solución se ofrecía en dos planos: una drástica política, para tratar de paliar y recomponer lo recibido, u optar por el gradualismo.
La decisión gubernamental apostó por la segunda alternativa en tanto avanzaba y se consumía el tiempo y la expectativa por el resultado electoral de medio término. Durante ese primer bienio, comenzaron a resolverse rápidamente algunos temas como la liberación del mercado cambiario, la solución al problema de los holdouts, la normalización de las deudas con acreedores internos y, al mismo tiempo, comenzar a generar la tendencia para resolver el lastre de los subsidios de los servicios públicos a través del incremento de las tarifas.
De igual modo, el blanqueo ofreció la alternativa de recaudar por medio de la exposición de algunos capitales que, en algunos casos fueron al consumo de bienes y en menor medida, a inversiones productivas. Frente a estos sacudones que procuraban de a poco normalizar las cuentas públicas, la elección para evitar desequilibrar al conjunto social, fue tomar deuda financiera y relativamente reducir de ese modo la emisión de moneda nacional.
Todo esto en un escenario de altísima inflación con guarismos aproximados al 40 % en el primer año de la nueva Administración y cuyo desafío, es conseguir sincronizar el tiempo y el volumen del endeudamiento versus el real crecimiento de la economía. Si bien el segundo año ha logrado morigerar aquellos índices, casi reduciéndolos a la mitad, todavía la Argentina se ubica entre los diez primeros lugares, en el mundo, en la medición de aumento desmedido de los precios y eso es muy grave.
Tal como se anticipó en esta columna, la obra pública se convirtió en el eje para motorizar el cambio de la economía consumista, dada la licuación de la moneda, hacia una en la que el horizonte se identificara con desarrollo y por ende, contagiara a los capitales privados para realizar inversiones productivas. En este sentido, es evidente que el grueso de las inversiones extranjeras directas, han estado observando el desempeño tanto de la política como de la economía para verificar la existencia de un soporte persistente para avanzar.
Es probable que el éxito electoral de Octubre pasado, coincidente con que la recaudación tributaria haya superado los gastos en el último cuatrimestre, debería ser un impulsor para la toma de decisiones. Simultáneamente, el BCRA sigue trabajando con el modelo de metas de inflación para que paulatinamente, continúe bajando la inflación que es el enemigo a derrotar. Dentro de este escenario, la movilidad del dólar será un tema a seguir de cerca pues de ello dependerá parte de la capacidad competitiva de la producción nacional.
Esta dura lucha se plantea en un contexto de sinceramiento de las tarifas que todavía dependen, parcialmente, de los subsidios y que hacen dificultosa la ruta corta hacia la liberación de los precios. Si el anticipo del ministro Dujovne es acertado, la inflación prevista para el año próximo rondará el 16,6 % en promedio por lo que las paritarias deberían estar dentro de ese parámetro y de ese modo continuar la senda trazada. En el camino, el cambio en la fórmula para los jubilados, será algo difícil de digerir. El achicamiento significativo del Estado también se convierte en un duro escollo que se podrá resolver agrandando la torta de la economía vía inversión privada que genere demanda de empleo formal y de calidad. No será ajeno a todo esto, la descentralización que posibilite la instalación de industrias en el interior del país y haga rendir a las economías regionales explotando el potencial de cada área geográfica.
Es bastante probable que en esta etapa, el Gobierno acelere los tiempos y saque a relucir herramientas que esperaban el respaldo de las urnas. Para que su utilización sea posible, es preciso mantener un equilibrio constante sin dejar de tener en cuenta reacciones sectoriales con manifestaciones públicas. De darse los resultados positivos esperados, existen posibilidades para que se concreten los brotes verdes anunciados pero no serán en avalancha ni exitistas, habrá que demostrar que el trabajo de fondo es serio y duradero. Entonces se podrá ver otro horizonte.
Planteados los nuevos métodos de corrección de jubilaciones y sus conexos, que lamentablemente parecen romper el hilo por lo mas delgado, y la reforma laboral pretendida por el Gobierno junto a la nueva estructura impositiva, quedan por resolver la cuestión del déficit de las cuentas públicas, la asimetría negativa del comercio exterior, la baja coordinada de las tasas a medida que aparezcan las inversiones productivas, la reducción de la pobreza y la indigencia, avanzar en la formalización de la economía y disminuir significativamente el empleo informal que no ofrece cobertura de ningún tipo, no paga impuestos y compite deslealmente con la industria establecida según las leyes. En la base de la pirámide se encuentra la recuperación de la educación que es la madre de la degradación social. El deterioro ha sido tan notorio que en muchos casos ha priorizado la alimentación en algunos colegios antes que el conocimiento. Resolver estos temas pendientes, demanda la capacidad estratégica de un estadista capaz de imaginar un futuro inclusivo y que rompa con el ciclo repetido, aburrido y hasta anticipado de quienes se refugian en la tecnocracia sin calibrar la sensibilidad del impacto social inmediato.
Fecha de Publicación: 19/04/2018
Te sugerimos continuar leyendo las siguientes notas:
La Ceopolitica: ¿Gobierno de CEO´s o deseos del Gobierno?
La solución al problema argentino
¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónNo hay comentarios
Comentarios
En medio del mundo colapsado y autista bot, esta exposición dispone de un campo de batalla sensible,...
El recuerdo de las aguafuertes de Roberto Arlt, vecino dilecto de Flores, comparte esos aires fresco...
Desde junio la aerolínea low cost JetSmart ofrecerá doce vuelos semanales entre ambos destinos. Los...
De las mejores lectoras de estas pampas, la infatigable Victoria abarcaba la literatura universal pe...
Suscribite a nuestro newsletter y recibí las últimas novedades