En una época de nuestro país, ser mujer y encima chamamecera no estaba muy bien visto. Pero un día llegó Ramona Modesta Onetto, más conocida como Ramona Galarza, y, ¡pum!, la música ya no fue la misma. Ramona llevó el chamamé a los escenarios menos pensados. Desde su provincia natal hasta Estados Unidos.
Esta correntina corajuda, nació un 15 de junio de 1940. Su padre tenía un pequeño boliche sobre la costa del río Paraná. Ramona comenzó a cantar en la escuela desde muy pequeña. A los 18 años, pegó el “estirón” y se convirtió simultáneamente en cantante y actriz profesional en la película Alto Paraná.
Con sus 80 años recién cumplidos, grabó más de 30 álbumes originales y participó en 9 películas. Difundió e hizo populares muchos de los clásicos de la música litoraleña. “Merceditas”, “Pescador y guitarrero”, “La vestido celeste”, “Virgencita de Caacupé” y su versión en guaraní de “Kilómetro 11”.
Corajuda x 2
Ramona Galarza supo ganarse un lugar destacadísimo no por ser buena artísticamente, ¡sino por ser excelente! Allá por los 60, todo era más difícil para la mujer. En aquellos años había que sobresalir para ganarte un lugar y ella, que es una correntina corajuda, se ganó su territorio.
Así llegó a ser una de las estrellas de lo que se llamó el boom del folklore, luciéndose con sus chamamés. Los premios acumulados por la correntina ya son incontables. En 1985 y 1995 recibió el premio Konex a la mejor cantante femenina de folklore de la última década. Siempre sincera y siempre humilde. Así es Ramona Galarza, la correntina corajuda, la novia del Paraná.
“Yo llegué en un momento en que el folclore era un boom y me aceptaron. Todo era folclore y justo llegué yo con el chamamé y me fue muy bien, gracias a Dios. Yo solo soy un granito de arena que llegué en el momento justo”.
Ramona Galarza
Misionero y argentino por elección. Profesor de Historia (UBA), aficionado a la astronomía y a la ciencia ficción. Soy docente en el nivel medio y superior, pero antes fui maestro heladero, librero, administrativo, encuestador, mozo y hasta repartidor de películas de VHS. Mi pasión es escribir. Tengo unos cuantos cuentos y unas cuantas historias para contar. Como dicen por mi zona, solo “entre, pase y pregunte”.