En el esperado recambio de figuras del contexto femenino pop, en las últimas temporadas se dio la aparición de varias noveles intérpretes, quienes se suman a las recientes figuras con un reconocimiento más fortificado en la consideración pública. Las nuevas estrellas como Lali Espósito o Tini Stoessel saben que no pueden dormirse en los laureles alcanzados recientemente, entendiendo que entre la nueva movida urbana y todas las ascendentes vocalistas de variadas vertientes musicales, la titularidad del reinado pop a todas luces será resultado de una batalla final a ver quien golpea con mayor precisión y contundencia en la escena industrial. Entre las que quieren calzarse la corona de esa categoría con tantas aspirantes, la quilmeña cantautora María Becerra decidió apostar a la contundencia de un buen concierto en vivo de gran escala. Y entiendo que no alcanza con sacar un tema y dejar que la difusión del mismo haga el resto del trabajo.
Las flamantes figuras del género urbano como Nathy Pelusso. Nikki Nicole, Cazzu o María Becerra han copado la parada vinculada a la reproducción de sus temas y videos en las diferentes plataformas digitales. Esta última fue mucho más lejos el pasado jueves 14 de abril con su primer espectáculo masivo. Un concierto realizado en el Club GEBA (Sede Newbery) con capacidad para 18 mil personas, pareció ser dentro del contexto saturado de videoclips o apariciones en redes sociales, la mejor muestra de la presencialidad como carta de triunfo a nivel multitudinario. Becerra tuvo la mayor asistencia en el primer cuatrimestre del calendario 2022.
Felices por siempre
El concurrido concierto, producido por la firma Ake Music de Aquiles Sojo, exhibió un buen escenario, espectacular infraestructura de perfil luminotécnico y otros detalles para satisfacer al público más exigente. El evento arrancó con una trilogía de canciones pop configurada por los tracks “Acaramelado”, “Hace rato” y “Dejemos que pase”, obras planteadas muy cercanas al rubro de pop continental, donde la banda de rock pop golpeó en contundencia con una sección de bronces, rememorando los viejos tiempos de Luis Miguel con sus temas más bailables. El propósito fue renovar la edificación de un repertorio que, minutos más tarde se sumergió a todas luces, en un singular laberinto sónico de secuencias y voces pre-grabadas digitalmente.
María Becerra no esperó mucho para invitar a su proscenio a una colega del género, casi al promediar el cuarto de hora, instantes donde la anfitriona y Cazzu interpretaron el hit “Animal” en una versión más visceral y aguerrida. Con canciones cortas y versiones que no difieren demasiado de las originales, la intérprete de Quilmes encaró una secuencia de temas con tono rítmico intermedio como “Tu me lo haces fácil”, “Tu Lady” y “High”, un tramo donde se empezó a percibir que los músicos quedaban algo opacados por una fuerte presencia de pistas complementarias muy ostentosas. Un drástico regreso a los efluvios de una raíz centroamericana quedó testimoniada en “Antes de tí”, pero estaba claro que todas las canciones que llegarían no recalarían en ese estilo, un concierto que monopolizó todas las posibilidades de eclecticismo tamizándolas con mucha estructura electrónica. Fue así, que tras esas fase caribeña, llegaron composiciones como “Te espero”, “Hipnotiza”, “En la oscuridad”, “Dime como hago”, “Perdidamente”, “Episodios”, “Marte” y “Felices por siempre”, las cuales entusiasmaron a las fans.
