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Gillespi. “Yo no inventé nada, mi música se basa en la honestidad”

Actualmente volcado con intensidad al mundo radial, no descuida su tarea como intérprete en un contexto donde su labor es requerida por importantes artistas argentinos.

Música
Gillespi

Acostumbrado a participar con muchas bandas o solistas en grabaciones o conciertos, los tiempos de Marcelo Rodríguez, mucho más conocido como “Gillespi”, aparecen por estas horas muy ligados a la escena radial. Actualmente el vientista forma parte del legendario ciclo “La venganza será terrible” junto a Alejandro Dolina en AM 750, labor en paralelo a su trabajo en “La hora líquida”, formato que conduce en Nacional Rock, sin olvidar que en el último año adicionó a todos sus elocuentes compromisos con el éter, el programa “El Frasco”, que asoma en Radio Provincia AM 1270. Feliz a sus 57 años, este histórico trompetista acumula un poderoso historial participando con solistas o grupos de alta repercusión, como sus actuaciones con Sumo, Las Pelotas, Soda Stereo, Charly García y varias leyendas más. Nacido en la localidad de Monte Grande, conviene admitir que fue uno de los responsables de la solidificación del rock, la tv y el humor en el cruce de milenios, concepto que acepta de manera respetuosa.    

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En los tiempos que no hacés radio, ¿sentís entusiasmo por publicar discos propios?

Marcelo Rodríguez: Sí, esa sensación sigue, es idéntica, de alguna manera hoy sacar un disco en mi caso, constituye una aventura personal más que social, porque la idea de cambiar el mundo ya se me fue. Cuando consigo que algún proyecto se transforme en algo concreto, como me ocurrió con un programa de radio, algún libro o disco, ya me siento bien, porque mi techo artístico es fantástico, pero mi techo real es muy bajo. A nadie, a excepción mía, claro, le importa que haga un disco, tal vez a mis hijos o amigos, pero ahora no hay nadie que me pida eso. Están todos aquellos que vienen a verme a un concierto, me esperan, me piden fotos o autógrafos, pero eso es muestras de cariño.

Una discografía enfocada en la honestidad

¿El concepto de música que encarás va a contracorriente de las tendencias actuales?

MR: En el rubro de música instrumental hay un camino transitado universal maravilloso, aquél al que le gusta lo que hago seguro va a encontrar discos previos a mi existencia con la mejor música, tal vez me encuentre luego complementando todo eso. La diferencia entre esas leyendas y yo es que Miles Davis es un músico bárbaro, pero no vino nunca a la Argentina. Es una cuestión sobre maravillosa música grabada, porque soy fan de los ’70 para atrás, ves que hay de todo y hoy se consigue en Internet, pero yo no inventé nada y mi discografía está enfocada desde el punto de una firme “honestidad”, quizás la gente no lo sabe, pero los que me conocen un poco saben que nunca pretendí “vender”, por ende ese punto sacátelo de la cabeza. La música hecha en cada momento fue la que me parecía que estaba bien y que tenía ganas de hacer.

¿Percibís que pertenecés a un “ghetto” de músicos especiales?

MR: Puede ser, nosotros siempre hemos peleado, me refiero a un grupo de músicos que hemos peleado por una idea parecida en la música, somos como un club, sin ser algo explícito en el que Daniel Melero está también. En ese espacio hay músicos de jazz, de rock, alternativo, etc, parece que siempre nosotros fuímos peleando contra distintos enemigos. Al principio nos tocó la  dictadura militar, con la persecución que hubo por consumo de drogas, particularmente como no consumo básicamente nada no tuve esos problemas, pero varios de mis amigos se comieron canas, tuvieron que hacer probations, después los vaivenes de la industria, que siempre tienen algún artista de turno, comercial, siempre ha sido medio “salmonesco” en ese sentido.

Desayunando con Daniel Melero

Recordaste a Daniel Melero. ¿Cómo fue la génesis del icónico CD “Desayuno en Ganímedes”?

MR: Fue un poco casual el inicio. Fueron muchos encuentros con Daniel, casuales, tienen que ver con sus visitas a mi programa de radio, básicamente, después tocamos, hicimos improvisaciones también, en el tiempo en que vino como músico. Una vez vino con una guitarra cuando editó el disco “Vaquero”, yo ahí toqué la trompeta con sordina y se armaron cosas, siempre surgían cosas de “tenemos que hacer algo”, no sabía a ciencia cierta bien qué. Después hubo un tiempo donde propicié encuentros con él pero para hablar de la vida. Él es un sabio, nos reuníamos para escabiar un poco, tomar un whiskito, Daniel Melero es como un yoda del pop, solo le falta abajo el wok para estar levitando. Un día le comenté que tenía un montón de material hecho, grabado en mi casa en formato netamente “hogareño”, Daniel me dijo casi sin meditar “mandámelo y te hago una devolución”. Le conté que estaba un poco trabado en algún sentido, porque no me seducía sacar otro disco en el estilo del jazz rock y todas esas cosas, para mí también es como una música vieja, en un punto el jazz fusión. Melero lo escuchó y me dijo “¿le puedo meter mano?, “¿lo puedo intervenir?”, entonces para mí eso fue un honor, es como que Daniel completó una cosa que estaba inconclusa.

Gillespi

¿Cómo recordás tu destacado paso por Sumo y Las Pelotas?

MR: Con Pettinato lo que tenemos primero es una comunión de gustos musicales, de la música avant-garde, nos gustaban los mismos discos, Chicago, David Bowie, saxofonistas  locos, toda esa monada de la época y fue más fuerte que el rock and roll, esa fue mi audición, mi audición fue con Petti. Me dijo “ah, ¿a vos te gustan estos tipos?, vos ya estás para tocar en Sumo". La parte de los solistas en Sumo era muy loca, dale una escuchada, los solos de Ricardo (Mollo) no eran en el plan Divididos, eran solos con disonancias, usaba efectos de guitarra sintetizada. Petti también tocaba en un registro de free-jazz, por más que el tema fuera una boludez en dos tonos, cuando llegaba el solo de Pettinato deformaba al mango, era realmente muy copado.

Las memorables indicaciones de Luca Prodan

¿Tenía alguna predisposición especial el cantante de Sumo con tu estilo musical?

MR: A Luca le gustaba como tocaba la trompeta, con Sumo me movía en una lógica de sesionista, no musicalmente porque había que pelar el orto, no podía hacerme el canchero porque me rompían la trompeta en la cabeza, me hubiesen dicho “andá a hacerte el canchero a la concha de tu madre”. Un día Luca me dijo “si yo te pido tocá, ¡vos tocás!”, entonces desde ese momento yo hacía solos en la canción “Fuck You”, que era un tema punk a morir, él cada vez más me decía “¡tocá!” y yo pensaba “uh, que no me traiga quilombos con Roberto”. En Las Pelotas fue distinto, no había free porque no es un grupo libre, la libertad no es un valor ahí, Germán Daffunchio quedó tan afectado con lo de Sumo que se volvió un tipo puntilloso al extremo, incluso en su forma de tocar. Pero las cosas grabadas en sus discos son buenísimas, la calidad de lo alcanzado ahora me demostró eso, Germán ahora es más pulcro, es como que se copa con la prolijidad.

Más allá de tus pergaminos musicales, sobresalís como animador-humorista tanto en radio como televisión.

MR: Me pasa en los programas de radio como en los conciertos, que agarro el micrófono y me hago un “standapito”, pero no tengo nada guionado, estoy creando sobre la marcha, lo mío ahí es como “free stand up”. A veces me voy a la re-mierda, con sincericidios y pienso “tiré demasiados cuchillos”. Otras veces sale gracioso, me mando 20 minutos que no hay más música, los músicos míos por suerte me festejan todo, entonces es como que todo se transforma en un café concert.

Gllespi

¿Cómo es la foto actual de tu momento personal y profesional?

MR: En verdad he hecho muchas cosas divertidas, pero algunas no las he podido hacer por las coyunturas del momento. Este no es un país fácil para gente como yo, no es un país fácil porque todo lo masivo es una porquería, sin dudas, además nunca mi música fue la que se escuchó, nunca mis programas fueron los masivos, igual estoy muy conforme con la foto actual. Estoy conforme, bien, sobre todo una cosa que una vez me dijo un periodista. Me dijo “vos para mí sos un grande, ¿sabés por qué? por todo lo que no hiciste, por toda la porquería que podías haber hecho y que te resististe a hacer”.  

 

Imágenes: Luciana Aldegami / Gabriel Anchorena Uriburu

Fecha de Publicación: 23/02/2023

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