Ser Argentino. Todo sobre Argentina

El fenómeno Hernán Cattaneo, en la estricta mirada de los especialistas

El realizador musical argentino concretó cuatro espectáculos con localidades agotadas en el Gran Rex de su nuevo show “Future Memories”, artista de impacto internacional que es analizado minuciosamente por la mirada de quienes acompañan su carrera creativa.

Los tiempos cambiaron, la escena musical también y hoy la escena volcada al baile tiene numerosos condimentos que modificaron todo lo conocido anteriormente. El gran mundo de la escena dance se transformó con el paso de las décadas y sin dudas no guarda mucha relación con la forma de entretenimiento que existía a fines de los ‘70s y principios de los ‘80s, en pleno auge de la música disco. En aquellos tiempos, los disc-jockeys utilizaban al momento de concretar sus performances cientos de discos, un par de bandejas para poner los vinilos y una consola rústica con no demasiados implementos técnicos. En esa época, la gracia era saber enganchar las canciones conocidas que funcionaban, pegando bombos de batería de ambas obras, lo cual obligaba a bajar la velocidad de algún plato, o también disponer de una cassettera para reproducir cosas previamente preparadas. El fenómeno a esa altura del viejo milenio no avizoraba la evolución que vendría, fuerte transformación a fines de los ‘80s y la totalidad de los ‘90s, cuando la música que se bailaba era creada por los mismos personajes que antes pasaban canciones de otros. La fulminante llegada de las baterías electrónicas, los samplers copiando muchos sonidos naturales, los secuenciadores y también el arribo de consolas con efectos, decretó el final de la simple reproducción del repertorio que se ponía como llegaba de sus envases, dando paso a una nueva manera de entretener a la hora del baile.

 

 

Los últimos veinte años, es decir las primeras dos décadas del nuevo siglo, hallaron a los tan mentados DJ´S (abreviatura de disc-jockeys, pronúnciese “diyeys”) con otro rol dentro de la industria, creando canciones con cantantes, sumando artistas a sus estructuras con sofisticada tecnología y proponiendo ellos la nueva dinámica bailable. Dejaron de estar solo en las fiestas privadas, los boliches o discotecas de moda, pasando a tener de ahí en más sus propios festivales. En Alemania las fiestas “Creamfields” (campos de crema) se erigieron en el referente central de la juventud, modalidad que se multiplicó en distintos lugares del mundo. Los DJ´S se convirtieron en amos y señores de la fiesta, exhibiendo a más no poder sus nomenclaturas artísticas en papeles, carteles luminosos y otras maneras de promocionar su trabajo. Aquellos viejos afiches de un paño que se pegaban de manera aislada en algunas calles, dejaron lugar a carteles de varios metros de espacio, con luces propias de un estadio de fútbol. Ser DJ dejó de ser esa modalidad pasiva de transmitir los temas de terceros para crear nuevas canciones, sumar figuras del zoológico cultural y dar golpes de escena audaces con puestas que ni siquiera las grandes bandas de rock buscaban poner a consideración de sus audiencias. El público agradeció esa innovación y bastantes figuras emergieron fruto de ese enorme cambio cultural a la hora de generar baile masivo.

Hernán Cattaneo en las últimas horas concretó cuatro espectáculos en el Gran Rex de su nuevo show “Future Memories” (memorias del futuro), todas esas funciones con entradas agotadas en cuestión de segundos. De esta manera y después de resistir como se podía la inacción provocada por las restricciones de la pandemia, el artista argentino, muchísimo más que la simple expresión de DJ, volvió a patear el tablero con un notable espectáculo en una sala tradicional de conciertos con tracción a sangre. En su regreso a los escenarios en Argentina, el creativo reapareció con una propuesta innovadora, saliendo de su zona de confort y revolviendo su ADN estético presentando en la sala de la avenida Corrientes un nuevo formato de show nunca antes visto, otro suceso en su carrera artística. Catalogado como el DJ más importante de Argentina y el número #1 del Progressive House en todo el mundo, el realizador argentino busca que el público pueda descubrir una nueva forma de disfrutar la música electrónica. Ofreciendo una puesta en escena totalmente deslumbrante y en compañía de Soundexile (Bounder y Oliverio), Cattaneo brindó un show de más de 1 hora 50 minutos que propone sumergirse en una nueva experiencia sensorial a través de la música, para percibir de otra forma el arte y la tecnología. El artista argentino conoce ese largo sendero que recorrieron los “pinchadiscos” del viejo milenio y los actuales creadores de una nueva música provocando impactantes reuniones de baile masivo, pues Hernán fue miembro de todas estas fases en la evolución de la estructura dance. 

Para entender el fenómeno de Hernán Cattaneo en Argentina y el resto del mundo, Ser Argentino requirió la opinión de Pablo Esquivel, uno de los especialistas en el área por su experiencia en la misma, tanto como analista de estos eventos, sin olvidar que Esquivel en el inicio del nuevo milenio fue uno de los DJ claves en eventos masivos de esta clase para la nueva industria musical. Buscando no mezclar su pasión por los módulos creativos del DJ nacido en Caballito en marzo de 1965, con su gran experiencia de campo, se refiere a la llegada de Cattaneo al Teatro Colón en febrero de 2018 “como una apuesta nueva para un tiempo donde los prejuicios de ver a un DJ en ese lugar eran incontables. Montar una presentación con la orquesta armada a tal efecto bajo el comando de Gerardo Gardelín en un lugar así, marcó una evolución clave en su carrera, proponiendo sumergirse sin temor en esas presentaciones en un ambiente muy específico, era interpretar canciones de otros autores con la colaboración de figuras como Zucker o Richard Coleman. La idea de hacer un espectáculo de esta naturaleza fue una creación conjunta de Hernán con Cruz Pereyra Lucena, manager y productor que le aportó a Cattaneo nuevos horizontes apoyándolo en esas originales iniciativas”.

La siguiente movida del DJ fue concretar dos presentaciones masivas en el Campo de Polo durante los años 2019 y 2020, antes de las restricciones sanitarias ejecutadas durante marzo del año pasado. Evaluando lo sucedido en los eventos “Sunsetstrip” de la concurrida zona de Palermo, Pablo Esquivel infiere al respecto que “en esas ocasiones la intención de la dupla creativa y productora fue presentar un evento bastante más climático, con la gran chance de disfrutar siete horas de música formateada en distintos climas ambientales, una propuesta que guarda puntos en común con el rock sinfónico de los años ‘70s, mixeando a esa escala la reacción de la gente en un lugar de esas características”. Según este analista de la trayectoria del prestigioso DJ, la idea de “concretar eventos como los del Campo de Polo buscaban desactivar de cuajo la posibilidad de que este tipo de música solo se podía escuchar en un ámbito tradicional del rubro como discotecas o amplios estadios”. Luego de esas presentaciones muy exitosas, la realidad enfrentó a Cattaneo con las restricciones sanitarias que la pandemia impuso sin mucha diplomacia o consideración. Así surgieron dos eventos muy distintivos, ambos utilizando la mecánica digital del streaming, sistema avalado para concretar cosas en medio del aislamiento generalizado. Al respecto, Pablo Esquivel infiere que el artista manejó con perfil ecléctico ambos shows. “El primero fue en su casa, con un trabajo centrado en los ambientes sónicos y ciertas visuales armadas a tal efecto, mientras que el segundo, concretado allí en la misma cabecera del Aeropuerto Jorge Newbery, buscó romper con lo esperado, allí prevaleció bastante lo visual, con el sol apareciendo y esfumándose en cuestión de horas mientras sucedía la performance”, tal el analítico peritaje operativo de dos presentaciones que batieron records de suscriptores.

 

 

Poniendo foco en el reciente “Future Memories”, la mirada del analista convocado por Ser Argentino para descifrar el fenómeno Cattaneo en la actualidad, tiene otra connotación en relación a sus anteriores presentaciones en vivo. Según Esquivel, encarar “cuatro eventos en un lugar icónico como el Gran Rex es una apuesta importante, tal vez la gente que los vio esperaba algo parecido a lo del Teatro Colón, pero fue algo totalmente diferente en su concepto central, hubo un planteo en vivo respaldado por los programadores Baunder y Oliverio, se pensó mucho que temas iban a sonar y también tuvo un efecto especial todas las voces que aportó Paula Ortega en el show, fue algo bien estructurado en su desarrollo y no hubo tanto espacio para la improvisación. Sin dudas uno de los grandes hallazgos de la puesta fue el trabajo lumínico, un hallazgo a cargo de Sergio Lacroix, un planteo de luz muy sólido y muy fino al mismo tiempo, no hubo una puesta recargada sobre el público, lo que hubiese desatado una saturación visual, se hubiese perdido el foco de ese objetivo en dicho ámbito. El show lejos estuvo de ser una tradicional fiesta, sino una presentación de músicos electrónicos invitando a la añeja ceremonia de escuchar, sumado a lo visual, esto fue una comunión entre la naturaleza, el ser y la música, con grandes efectos desde lo visual para acompañar una estructura musical cautivante y seductora”.