Ser Argentino. Todo sobre Argentina

Carlos Gardel, cada vez más cerca

Walter Santoro nos presenta la Fundación Internacional Carlos Gardel, Creada por los herederos de artista, resguarda, protege e investiga el legado del Zorzal Criollo

Cualquiera puede utilizar la muletilla “Sos Gardel” o “andá cantarle a Gardel” y desconocer la vida de este excepcional artista, y su contribución a la historia cultural argentina.  Nadie debería desconocer la relación entre Buenos Aires, el Tango y Gardel.  Sin embargo, Argentina no posee aún una institución potente que aglutine y difunda los saberes, y los sentimientos, hacia el “Mudo”. Es cierto que existen casas-museos, e instituciones del tango, pero escuálidas ante un mito, un genio, que trasciende fronteras. Junto al mausoleo de Evita, la bóveda de Gardel se transforma a diario en testigo de una gratitud universal. En 2020, año gardeliano, a 130 años de su nacimiento, el legado del “Morocho del Abasto” nos obliga a preguntarnos qué estamos haciendo, y cómo cuidamos para las futuras generaciones, la memoria viva de un país.

“Mi historia como la de la mayoría de los argentinos esta ceñida a los grandes nombres que nos precedieron y que, a través de sus obras, hoy son parte activa de nuestra identidad como argentinos, Jorge Luis Borges, Ástor Piazzolla y, sobre todo, Carlos Gardel”, señala Walter Santoro, director ejecutivo de la Fundación Internacional Carlos Gardel,  “siempre que escuchaba estos nombres eran para mí el ser argentino. Desde 2006 vengo trabajando sobre el rescate de nuestra identidad, a través de distinta acciones y proyecto. Pero desde que los sucesores del artista me honraron con el pedido de crear la fundación, mi compromiso se afirmó a través de Gardel en pos del rescate de los valores nacionales, y de los que nos hacen ser quienes somos como argentinos. Algo fundamental para nuestra existencia como sociedad, presente y futura.  Mi labor se sustenta en la idea quinqueliana de que debemos devolver un poco todo lo que nos dio la sociedad”, afirma el empresario que con la Fundación Industrias Culturales Argentinas en los dos mil revalorizó a los artistas nacionales con Maguncia, Museo del Papel y el Grabado, y aquel hito de la megaexposición en el Museo Quinquela sobre el gran artista boquense, Benito Quinquela Martín. 

 

“Con el museo propio aprendí mucho del gerenciamiento en la cultura, planteado como una empresa, no con fines de lucro, sino como una manera de preservar el patrimonio de todos”, señala Santoro, quien en seis años en La Boca convocó a 35 mil niños, y explica, “Mucha gente confunde empresa con comercio. Pero empresa tiene que ver con la proyección de una propuesta, no sólo con los bolsillos. A partir de esa experiencia comprendí cómo la fundación puede lograr un sustento concreto en la preservación y difusión, y conquistando las herramientas tecnológicas de la última generación. En este sentido estamos muy en la línea del Carlos Gardel que fue un gran empresario. Sin tener asesores, ni medios, ni instituciones que lo apoyen, nada de lo existe hoy, Gardel fue el artífice de su vida y triunfó, al igual que Maradona. Ambos consiguieron ser profesionales reconocidos mundialmente, e ídolos populares por sus logros”, analiza Walter, un hombre dedicado a la cultura por la pasión familiar a los libros y el arte “Dice en algún lugar de la Biblia, que uno tiene que dedicarle a Dios una hora de la semana. Igualmente pienso que uno debería dedicarle una hora, o un día de la semana, a reflexionar sobre la sociedad en que vive. Tendríamos un mejor porvenir”, remata.

 

Periodista: ¿Cómo nace su vínculo con la gestión cultural y, más específicamente, el Tango?

Walter Santoro: Siempre creí fundamental conocer nuestra historia, nuestra cultura, ejes de pertenencia a esta sociedad. Por eso en 2005 decidí crear la Fundación Industrias Culturales Argentinas, para trabajar en distintos programas relacionados con la cultura y el rescate del patrimonio.

Como presidente de la cooperadora del museo Quinquela, y preparando una megamuestra sobre la vida de este excepcional artista y su vinculación con Juan de Dios Filiberto,  buscaba fotografías de ellos juntos. Así  entré en contacto con uno de los más importantes coleccionistas sobre tango, Bruno Cespi,  quien me facilitó generosamente las fotos. Aquel había sido mi primer acercamiento a ese mundo, meses más tarde me contacta a través de un librero amigo, Hamlet Peluso, reconocido coleccionista gardeliano, quien, después de varias conversaciones, me ofrece venderme su colección, en condiciones muy particulares, que luego por cuestiones del destino no pudieron concretarse. Un tercer llamado un año más tarde me permitió adquirir la colección más importante de tango perteneciente al fallecido Ángel Oliveri, un tesoro de más de 20.000 objetos de la historia del tango, muchos de ellos correspondientes a Carlos Gardel. Compré estas preciosas piezas, creyendo que rápidamente iba a convencer a la autoridad de la Ciudad, o Nación, de crear el Museo del Tango.  Hecho que no he podido lograr hasta la fecha.

Las colecciones se fueron incrementando en el tiempo, adquirí otras cuatro colecciones y muchos objetos de personas, que no los podría definir como coleccionistas, conformando una de las más importantes colecciones de tango en el mundo. Hoy resguardo aproximadamente 42.000 objetos, de los cuales 5000 corresponden a Carlos Gardel.

En esta colección de Gardel no son todos objetos personales de él. Hay decenas de discos de primera tirada del cantante (o discos de pruebas), fotografías, varias autografiadas, y otras de archivos. Podemos hablar de la colección en dos partes, una de objetos sobre Gardel, y otra de objetos pertenecientes a Gardel. De esta segunda estimo que la conforman unas 1700 piezas originales en total, que son mayoritariamente las que estaban en posesión de su representante, Armando Defino.

 

Una herencia, un legado de Gardel para descubrir

 

P: ¿Allí nace la Fundación Internacional Carlos Gardel? 

WS: Pero para hablar de la Fundación Internacional de Gardel, antes hay que mencionar otros hechos, como fue mi intervención en la disputa sobre el mausoleo en la Chacarita en 2017. La bóveda estaba en un estado de abandono, con los féretros enmohecidos, debido a unas pésimas reformas en el sistema de ventilación. Tras una áspera disputa entre gardelianos, me pidieron que intervenga en el conflicto, y que tome partido. A todos les dije que iba a tomar partido sólo por Gardel. Tras varios meses de peleas sin soluciones decidí buscar a los sucesores de Carlos Gardel. Afortunadamente había llegado a oídos de Nuria y María Ana Cortada de Fortuny, herederas legítimas de Armando Defino, algunos de los trabajos que había realizado desde la Fundación. Ellas rápidamente apoyaron el reclamo de recuperar el mausoleo y ponerlo en condiciones. Para evitarme seguir con los trámites engorrosos que nos exigían desde la dirección de cementerios en la Chacarita, y viendo mis antecedentes en la cultura, me confiaron el legado gardeliano, cediendo por escritura pública todos los derechos heredados de Gardel, de su madre y su amigo y albacea Armando Defino, en forma gratuita,  con el compromiso de crear la fundación para mantener vivo su legado e historia.

Esta transferencia incrementaba en forma sustancial la colección sumando sobre todo documentación, que había quedado guardada en un limbo patrimonial durante 70 años en una casa de Río Ceballos, Córdoba.

Meses más tarde nace la Fundación Internacional Carlos Gardel, que se presentó en sociedad en la Legislatura porteña el 3 de septiembre de 2019. Ese mismo día inauguramos la página web, la cual por razones de practicidad sobre el nombre se accede como Fundación Carlos Gardel (https://fundacioncarlosgardel.org), y arrancamos con los preparativos de los años gardelianos 2020, 2021 y 2022. 

P: ¿Cuáles son los planes para estos años especiales?

WS: Habíamos organizado desde la creación de una radio gardeliana, con programas en vivo, hasta la apertura de sedes en otras partes del mundo. Con la  pandemia solo pudimos firmar un convenio con una de las editoriales más importantes del país para la publicación de cinco libros sobre Carlitos, que avanzan muy bien afortunadamente. El primer libro será la vida de Carlos Gardel en imágenes, una nueva biografía con toda la nueva documentación, que se rescató de la casa de Córdoba, y que revela detalles totalmente desconocidos que complementan las investigaciones actuales. También reeditaremos libros inconseguibles como el de Armando Defino, o la vida de Gardel-Razzano de Francisco García Jiménez, esenciales debido a que transcriben fuentes de primera mano. Todo lo que se escribió después proviene de ellos. 

P: Ustedes lanzaron las publicaciones con “Gardel, vuelo siniestro. La verdadera historia del accidente aéreo, Medellín 24 de junio 1935”  de Mauricio y Manuela Umana (2019)

WS: A partir de que Mauricio se entera por la cadena Caracol de Colombia en 2014 del hallazgo de los expedientes del accidente, ocultos en un altillo de la Universidad de Medellín desde 1938, viaja para ver el expediente pero al principio le niegan la chance. Ocurre después que no tenían cómo digitalizar los nueve cuerpos, 7 mil páginas, y ahí nos ofrecimos con la condición de una copia digital. Entonces nuestro libro contiene esta información totalmente inédita más un texto censurado del abogado de la compañía de aviación alemana, que las autoridades colombianas querían inculpar. Nunca había salido a la luz y nosotros lo incorporamos en un aporte absolutamente original. 

Este libro es parte del compromiso de la fundación en contar una historia oficial de Gardel respaldada con los documentos históricos fehacientes. Es una misión que viene dada por ser los herederos legítimos dentro de la sucesión. 

Otra es conseguir un espacio físico para compartir una parte de las miles de piezas gardelianas, y que sea además un espacio de reflexión y difusión tanto de estudiosos como de jóvenes y extranjeros.  

 

Gardel canta para vos en el siglo XXI

P: Entre los proyectos de la Fundación aparece una nueva remasterización de las grabaciones con las nuevas tecnologías  

WS: El tema es un poco más complejo. Una cosa muy interesante es que la gente contemporánea a Gardel, que lo escuchó cantar en vivo, se quejaba de que las grabaciones no eran fieles. Directamente decían que ése no era Gardel. La diferencia consistía básicamente en que había una velocidad de grabación, y otra de reproducción. Además, uno podía ajustar para que suene más agudo o más grave,  y de acuerdo a cómo movía la palanca, podía corregir la velocidad de las revoluciones, a 33 (mas-menos) o 78 (mas-menos) revoluciones, y eso alteraba el audio.

Una ventaja de los discos de pasta era que tenían una sola canción por cara, de tres a cuatro minutos, contra un vinilo que posee diez canciones por lado.  Por lo que la información en un disco de pasta es mucho mayor. La Fundación posee la colección completa de los discos, con el atributo que se encuentran impolutos; esto hace que no solo podamos capturar toda la información grabada en el surco, sino también suprimir el famoso ruido a fritura, que no es más que el desgaste del surco.

En 2019 nos contactamos con Sony Music Argentina, sucesora de la famosa RCA Víctor, y la compañía Universal Music, sucesora de Odeón, dueñas de los derechos fonográficos de Carlos Gardel, y le ofrecimos volver a grabar desde los discos de pasta original, con unas púas especiales inglesas. Y mejor aún, a través de la calibración del LA de la guitarra, tenemos la velocidad justa para escuchar su voz nítida, y correcta, ¡Es asombroso! Escucharlo así es lo más cercano al vivo, incluso se oye clara la respiración y los rasgueos. Pronto en exclusiva para serargentino.com contaremos más detalles.

Sony Music venía trabajando en una nueva campaña muy buena llamada “Más Tango por favor”,  y la idea era relanzar a varios artistas del género iniciando en Gardel. Habíamos pensado remasterizar aproximadamente cien tangos. Algo parecido en calidad a la remasterización de sus películas, que comenzamos en forma conjunta con la Cinemateca Argentina sobre las películas norteamericanas. Hoy estamos trabajando sobre las primeras cintas francesas. La Fundación posee las únicas copias en 35mm de los largometrajes que existen en el mundo. 

P: ¿Qué nos sigue contando Gardel en el siglo XXI?

WS: Gardel es el argentino que allanó el camino para el resto de los tangueros y, por qué no, de los argentinos. Fue el primer embajador de nuestra cultura ante el mundo. Y solo contaba con mucha pasión, talento, pocos contactos y nada de dinero. Gardel fue el artífice de su destino sin tener a nadie que le marque un camino. Sin asesor de imagen, supo estar siempre impecable. Sin estudiar canto, fue el creador de un estilo, que hoy el mundo identifica como tango.

Que a más de 85 años de su muerte no se haya creado una fundación que honre este legado, habla muy mal de nosotros los argentinos y de cómo protegemos nuestra identidad. Es cierto que su memoria hasta la fecha, así como su historia, fue escrita y respaldada por la pasión de miles de gardelianos, pero en los tiempos que vivimos creo que no es suficiente, y mucho más importa trabajar sobre una historia oficial, apoyada por los sucesores del artista.

No  existe país si no hay sociedad con memoria. Hoy somos una especie de islas desarraigadas, con muy poco en común entre nosotros. Justamente buscamos esa unidad, esa pertenencia que Gardel nos regaló con su arte. Si entendemos que se crea SADAIC - Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música- un año después de su fallecimiento, que Carlitos armó su propia productora en Estados Unidos para llevar nuestra cultura al mundo y que soñaba fundar estudios de cine en Uruguay y Argentina, entre varios proyectos culturales más, deberíamos reconocer a un Gardel que nos sigue hablando con un corazón que sentía argentino.

 

 

 

 

 

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