Uruguayo de nacimiento y argentino por adopción, Julio Sosa es considerado uno de los grandes íconos de nuestro tango. Tanto que fue apodado ni más ni menos que el Varón del Tango. Nació un 2 de febrero de 1926 en el seno de una familia humilde. Sin embargo, logró hacer su camino en la música a fuerza de talento, porte y, por supuesto, una de las voces más emblemáticas del género.
En 1949 llegó a Buenos Aires e integró, en sus 15 años de carrera, tres orquestas: Francini-Pontier (1949-1953), la de Francisco Rotundo (1953-1955) y la de Armando Pontier (1955-1960). A comienzos de 1960, decidió a comenzar su etapa como solista, para lo cual convocó al bandoneonista Leopoldo Federico como marco instrumental para sus interpretaciones.
Julio Sosa estaba en la cúspide de su carrera cuando, a sus 38 años, se fue de golpe en un accidente automovilístico. De regreso a su casa, chocó contra el semáforo de Avenida Figueroa Alcorta y Mariscal Castilla. Dicen que esa noche estaba particularmente cariñoso con sus compañeros, que había cantado, incluso, cuando jamás lo hacía en reuniones. Como si presintiera que estaba llegando su despedida.
Afortunadamente, Julio Sosa nos dejó algunas de las mejores versiones de nuestro tango. Por eso, en el día de su cumpleaños, queremos dejarte 10 tangos en su voz.
1. Qué me van a hablar del amor
2. Cambalache
3. Mano a mano
4. La Cumparsita
5. El último café
6. Volvió una noche
7. El firulete
8. Nada
9. Tu pálido final
10. Sur
Licenciada en Comunicación Social y correctora. Nacida y criada en el oeste del conurbano bonaerense. Sagitariana, vegetariana, crossfitera y viajera. Estoy convencida de que, con las palabras, podemos hacer magia. Pasen y lean.