¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónVivo en un piso 15. Hace varios días que amanece nublado, al menos en lo que se ve desde mi balcón. Pero esa apariencia pronto muestra su verdad: no son nubes, es humo. Hoy, la cosa fue más allá. Los que todavía no habíamos abierto los ojos, lo tuvimos que hacer sí o sí. La desidia nos tenía enjaulados. A algunos, ni una pandemia nos hacía parar la pelota y replantearnos qué estamos haciendo mal como sociedad.
Hoy, ya no era solo humo. Desde mi ventana se veía fuego en todos los límites del horizonte. Hacia el sur, hacia el oeste, hacia el norte... Fuego. Olor a humo. La ropa que estaba colgada afuera parecía haber estado al lado de un asado de esos bien completos. A medida que empecé a interactuar con la gente, me fui enterando de muchas cosas terribles: en clínicas y sanatorios se multiplican las consultas de personas con problemas respiratorios. En plena costanera de Santo Tomé, se quemó una casa. Animales silvestres aparecen en las ciudades...
Es cierto que, durante una pandemia, resulta difícil prepararse para un problema más grave. Cuando se vive en un contexto de crisis, el tiempo se desvanece como humo en el horizonte entre temores y quehaceres diarios. Lo que ocurrió es que el humo llegó, pero como consecuencia de las quemas de pastizales.
La bajante extraordinaria en la que se encuentra el río Paraná plantea un escenario agravante que expone a los humedales y se pronostica que los incendios serán más severos. Este avance supone un nuevo escenario de conflictos, ponderando la cuestión sanitaria. Y añade un componente a las alteraciones de los ecosistemas: las zonas antes anegadas, ahora son suelos secos, cargados de vegetación o materia orgánica. Resultan un material combustible que complejiza el control de los incendios.
Por supuesto que, si bien este fenómeno parece inusitado en lo que respecta a lo que acabo de describir, las quemas de pastizales no son nada nuevo. En 2008 se quemó casi el 17% de toda la superficie del delta del Paraná. Desde Rosario hasta la zona de Campana. Los organismos, tanto animales como vegetales, se ven directamente afectados por el fuego. La vegetación muere en el lugar porque no tiene posibilidad. Los animales se mueven, pero, en realidad, pierden sus huevos, nidos, cuevas, hasta se pierde la posibilidad de que puedan alimentarse. Por eso, huyen.
El motivo principal de la quema ya es más que una sospecha: los empresarios ganaderos “tienen que” limpiar o desmalezar las islas y quemar los pajonales. El “pequeño detalle” es que hay una sequía muy grande. Así, los focos llegan a altas temperaturas que pueden afectar bancos de semillas que hay en el suelo. Esto provoca que las plantas verdes, que se refugian debajo de estos pajonales, se quemen también.
Otro de los factores clave de esta quema en momentos con escasas precipitaciones es que hay mucha materia seca. Además de quemar micro-organismos del suelo y animales mayores, libera dióxido de carbono a la atmósfera. Claramente, esto influye negativamente en el ambiente y la salud de las personas.
El manejo del fuego tendría que estar de acuerdo con los objetivos de manejo de las tierras. Es decir, las acciones tienen que responder a una planificación estratégica, teniendo en cuenta factores tales como los probables efectos del fuego, los riesgos y costos. Contrariamente, estamos ante un escenario signado por acciones intencionales que buscan obtener un mejor rinde de las pasturas, sin importar el impacto negativo en muchos otros ámbitos.
Santo Tomé. El pueblo de Rincón, la zona de countries en la circunvalación oeste de la capital y el barrio El pozo, adentro de esta. Todos lugares que sufrieron incendios, pero nunca antes habían sido focos de quema de pastizales.
Ya se declaró la emergencia ambiental en la zona y se está trabajando en identificar a los propietarios de los campos donde se llevaron a cabo las quemas. Aún así, la sociedad civil reclama cuanto antes la sanción de una Ley de Humedales para implementar medidas que garanticen su protección.
Con carteles y fotografías, un grupo de rosarinos mostró los efectos que las quemas están produciendo al medio ambiente, el pasado 18 de junio en el parque España. Solicitan una solución a la quema intencionada de pastizales en la zona de islas por lo que ha dejado a la ciudad cubierta de humo.
Fecha de Publicación: 15/08/2020
Los humedales nos hablan y sus gritos aturden
Las islas se queman y la sociedad sale a buscar las respuestas
Los recicladores de Nuevo Torino
Calentamiento global: esperan menos producción vitivinícola
Río Gallegos: las lechuzas contra las ratas
¿Qué son las turberas y por qué son tan importantes en el ecosistema fueguino?
¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónComentarios
El icónico género musical que nos acompaña hace años y nos representa a todos los argentinos a nivel...
Protagoniza en los últimos meses la comedia “Me gusta - Todo por un like” junto a Paola Krum y Lucia...
El pasado sábado 18 de noviembre se desarrolló la segunda fecha del Circuito NOA de Aguas Abiertas e...
La historia de Berta Szpindler de Borensztein merece ser contada.
Suscribite a nuestro newsletter y recibí las últimas novedades