El Paraná no deja de sorprendernos

Nuestro gran río Paraná fue centro de noticias en estos últimos meses. Esto se debió a que venía sufriendo, días tras días, uno de sus peores descensos en el caudal de agua. Pero la correntada del segundo río más largo de Sudamérica (después del Amazonas), trajo otra sorpresa. ¡Un hecho absolutamente inusual!

Desde una lancha colectiva pudieron grabar a un delfín mientras nadaba tranquilamente en el río Paraná. ¿Un delfín? Sí, así como leyeron, un delfín.

Este amigable animalito fue identificado por la Reserva de Biosfera Delta del Paraná como un “delfín nariz de botella”. Una especie en peligro de extinción que tuvo el coraje y el atrevimiento de alejarse de su hábitat natural. Pero no hay que culparlo demasiado. El río Paraná significa “que se asemeja al mar” o “como el mar”, debido a que se parece más a un mar que a un río. Si los humanos nos confundimos, ¿por qué no él?

Este distinguido pez fue visto en zona del Paraná Guazú, en las aguas que separan Entre Ríos y Buenos Aires. Por lo que, desde organismos oficiales, solicitan que, en caso de volver a verlo, lo graben y se comuniquen con ellos para devolverlo al mar.

Permiso, soy la madre naturaleza

La cuarentena se va extendiendo por el coronavirus en todo el mundo, y la naturaleza aprovecha para regresar a su viejo hogar. En abril, fueron los cisnes en Venecia, pero eso fue solo el principio. En nuestro país, los patos se animaron en Córdoba y los coatíes pidieron permiso en Cataratas del Iguazú. Por otro lado, los formoseños se sorprendieron ante el avance acelerado de decenas de yacarés en medio de las ciudades. En Puerto Madryn, donde las playas están cerradas por la cuarentena, un grupo de vacas se acercó a las playas de El Doradillo.

La naturaleza avanza pidiendo permiso, a sabiendas de que en cualquier momento puede tener que regresar a su hábitat original. Eso mismo debe estar pensando el delfín mientras nada apresurado por las aguas del Paraná.