¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónMientras hace ya meses que todos estamos con la cabeza en el coronavirus, la naturaleza viene sufriendo fenómenos que nos pueden dejar consecuencias tanto o más devastadoras que la pandemia. La cuenca del río Paraná se está viendo seriamente afectada por la mayor bajante registrada en los últimos 50 años.
En algunos tramos de su extenso recorrido, la imagen aérea que devuelve el río es desoladora y preocupante. Voluminosos cursos de agua dejan de recibir aportes significativos de las precipitaciones y abren paso a arenas, limos y arcillas que se sedimentan y emergen a la superficie, reduciendo sus lugares habituales de paso.
Las bajantes y las crecidas son procesos naturales y cíclicos en cualquier sistema fluvial, pero se transforman en noticia cuando exceden los parámetros normales.
Desde julio de 2019 hasta marzo de 2020, los valores de precipitación mensual en Santa Fe han estado, en general, por debajo de las medias mensuales de los últimos 10 años. Esta misma situación se ha dado también en el noreste argentino y en las cuencas brasileñas del río Paraná y del río Iguazú.
Precisamente la parte más densa del sector agroindustrial argentino tiene su desarrollo en el ámbito geográfico de la cuenca del Paraná. Aquel emprendedor que decide dedicarse a la actividad agropecuaria sabe que está en un rubro de riesgo. Múltiples factores pueden incidir en una crisis económica del sector. Pero coyunturas como esta bajante extrema hacen que las pérdidas puedan ser multimillonarias. Eso puede decantar, como un proceso en cadena, en fuertes impactos también en la economía doméstica.
En lo que hace al sector pesquero, la bajante está suscitando una polémica con el Gobierno santafesino. Mientras otras provincias, como Misiones, Chaco y Corrientes, restringieron la pesca debido la devastadora depredación que está acarreando este fenómeno, las autoridades provinciales de Santa Fe se niegan a decretar la veda. Ambientalistas y referentes del sector sostienen que la presión sobre el recurso se vuelve insostenible en las condiciones actuales que presenta el Paraná.
La cereza del postre: lejos de augurar buenas noticias, los climatólogos advierten que las próximas precipitaciones en la región y las cuencas altas no serán abundantes, por lo que la bajante podría profundizarse.
Fecha de Publicación: 12/05/2020
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