La Luciérnaga: luz para todos

Una revista que ilumina la realidad de los que no tienen luz, ni techo, ni amparo. Se trata de La Luciérnaga. Un proyecto que nació con la fuerza y la garra para poder ayudar a jóvenes en situación de calle. Es una editorial que realiza una revista de manera mensual. De la cual, jóvenes, adultos y adolescentes están a cargo. Y, por la cual, se ganan el pan de cada día. Tanto distribución como diferentes partes del proceso de publicación son responsabilidad de los canillitas.
La Luciérnaga nació en Córdoba Capital, a raíz de la necesidad de achicar la brecha de la desigualdad social. Y de a poco lo fue logrando. No paró de crecer en estos más de 20 años. Se fue extendiendo a lo largo de todo el territorio provincial. Río Cuarto, Río Tercero, Alta Gracia y San Francisco también tienen su Luciérnaga.
De a poquito, el proyecto editorial fue expandiéndose. Y fue ampliando sus horizontes. Logró construir comedores, disponibilizar farmacias, servicios médicos y capacitaciones laborales. No para de brillar e iluminar a los demás, como proyecto social colectivo y hasta autogestivo, es un ejemplo. Los canillitas de entre 16 y 30 años que viven de esta luz pueden acceder a derechos que antes quizás no podían: salud, educación y comida. Simplemente una vida digna. Con las necesidades básicas cubiertas. Gracias a los creadores, organizadores y participantes, crece cada vez más. Y los vendedores son siempre reconocidos, en cada barrio y en cada peatonal de Córdoba y alrededores. Si ves una pechera roja y una revista en la mano, es un pibe de la Luciérnaga que se está ganando el mango.
Desde cuándo y hasta dónde
Oscar Arias y Fabiana Visintini son los que parieron a la Luciérnaga. Miles de pibes y pibas que la venden en la calle son los que la mantienen con vida. Desde 1995 hasta hoy, esta revista nos llena el corazón. Abordando diferentes temáticas provinciales, nacionales e internacionales, la revista funciona como el medio de información de cabecera de muchos cordobeses. Y hasta tiene notas de los propios canillitas, historias de vida que nacen en la villa miseria y se crían en las calles de ciudades hostiles. La pechera roja les da la oportunidad de trabajar a los que nunca la tuvieron. Apunta a crecer junto a todos los que la conforman, abriendo el camino hacia el mundo laboral y brindando capacitaciones. Además, visibiliza que la desigualdad social es una realidad. La Luciérnaga mata el hambre y, además, acompaña y alimenta el alma. Porque ayuda a quien la vende, e ilumina a quien la compra.


Argentina, nacida en Córdoba. Investigadora en el área de lingüística. En formación constante sobre las Letras y sobre la vida, gracias a la Universidad Nacional de Córdoba. Mis experiencias en viajes me llevaron a aprender cada vez más idiomas y querer conocer diversas culturas desde adentro. Pienso en la escritura como una herramienta para transformar el mundo y volverlo un espacio justo y equilibrado.
También te puede interesar

¿Qué me estás queriendo decir?
Los seres humanos, en el vaivén entre la incomunicación y la utilización del lenguaje de Emojis. ¿Matecito?

Los dueños de la plata - Parte II
Antes de la Segunda Guerra Mundial, grandes fortunas se pusieron en juego para financiar el ascenso del nazismo. ¿Cómo es posible que esta circunstancia terminara penetrando en la sociedad Argentina?

Traé palitos
Un pedido más común de lo que uno creería por parte de los argentinos en el exterior. Los palitos son la versión salada del “traé alfajores”.