Ser Argentino. Todo sobre Argentina

Un hombre que dejó su huella en Tierra del Fuego

El legado de Ernesto Manuel Campos continúa vigente en la isla.

Visionario e impulsor de una Tierra del Fuego pujante, Ernesto Manuel Campos sigue siendo considerado, a más de 33 años de su muerte y a casi 60 de haber abandonado la Gobernación del entonces territorio nacional, un faro y un ejemplo de gestión en la isla.

Nacido en Buenos Aires en agosto de 1914, tuvo una exitosa carrera en la Marina hasta que, en 1957, le fue concedido el retiro. 14 años antes de eso, comenzó su vínculo con Tierra del Fuego, lugar que adoptaría como nuevo hogar y donde sus restos hoy descansan.

Entre 1943 y 1947, con la creación de la Gobernación Marítima de Tierra del Fuego, fue designado como ayudante secretario del gobernador. Un año después de haber comenzado a ejercer el cargo, tuvo la valiente y difícil tarea de trasladar desde Ensenada, en la provincia de Buenos Aires hasta el confín del mundo, la lancha rápida ARA Zurubí. Tras arduos tres meses de navegación, Campos cumplió su objetivo y desembarcó en Ushuaia.

Gobernador

Ya siendo Tierra del Fuego territorio nacional, en 1958 Ernesto Manuel Campos fue designado por Arturo Frondizi como gobernador por el lapso de tres años, tras la renuncia del primer mandatario bajo ese régimen, Pedro Florido.

Comenzaría así un período que hasta la actualidad sigue siendo reivindicado por los fueguinos.

Durante aquellos años trabajó incansablemente para mejorar las condiciones de vida de los pobladores, promoviendo la realización de obras fundamentales como la provisión de gas natural, la construcción de nuevos hospitales, la explotación de yacimientos petrolíferos en cercanías de Río Grande y el impulso de la actividad turística, entre otros ítems.

Campos desarrolló de este modo diferentes iniciativas, como la inclusión de Tierra del Fuego en la Ley del Petróleo Nacional, que le concedió al territorio el derecho percibir regalías por la explotación de hidrocarburos, que se destinó a obras de distinta envergadura en la isla.

La construcción del hospital de Ushuaia –que hoy lleva su nombre–, la ampliación del nosocomio de Río Grande, la inauguración de la primera radiodifusora –Radio Nacional Ushuaia e Islas Malvinas–, el alumbrado público en las ciudades, la provisión de gas envasado en la capital y la ampliación de la red de gas natural en el otro centro urbano fueguino, son algunas de las obras que se destacan durante su gestión.

Luego de su primer mandato, Campos fue designado nuevamente para gobernar el territorio nacional de Tierra del Fuego desde 1961 por otro período de tres años. Sin embargo, con el derrocamiento de Arturo Frondizi en 1962, él decidió presentar su renuncia.

En materia turística, durante la gestión de Campos se creó el parque nacional Tierra del Fuego y a su vez se construyeron alojamientos en distintos puntos del territorio austral: entre ellas, se destacan la hostería Kaikén a orillas del lago Fagnano –inaugurada casi una década antes de la fundación de Tolhuin–, la hostería Petrel en el lago Escondido, la hostería Alakush, dentro del parque nacional, en inmediaciones del lago Roca, y el hotel Albatros en Ushuaia.

El clamor popular que tenía el militar retirado rechazó rotundamente su partida de la Gobernación y solicitó a las autoridades de facto que Campos volviera a ocupar su cargo, pedido que fue aceptado. Por lo que, el 28 de julio, volvió a ejercer sus facultades hasta el 12 de octubre de 1963, fecha en la que volvió a dimitir ante la asunción de Arturo Illia en la Presidencia de la Nación.

Su vínculo con los fueguinos no culminó con su renuncia y en 1973 fue electo diputado nacional –siendo el segundo representante legislativo de la isla–, en donde, además de presentar iniciativa en pos del territorio que gobernó, realizó acciones importantes en materia diplomática y de soberanía de nuestras Islas Malvinas, adonde viajó en reiteradas oportunidades, mientras supervisaba la construcción de una planta de almacenaje de combustible para YPF en el marco del proyecto “Antares”, que consistía en la construcción de una planta de almacenaje de combustible en Puerto Argentino para petrolera estatal.

En ese sentido, Campos consideraba que, junto con el reclamo soberano, a su vez había que aunar los esfuerzos para estrechar los lazos con los isleños, por lo que fomentó el traslado de enfermos al continente y ayudó a estudiantes isleños que querían continuar sus estudios en Buenos Aires. 

Luego de abandonar la actividad política, se radicó en Córdoba, pero su corazón siempre estuvo en el sur del país. Falleció el 15 de enero de 1987 y, para cumplir con su voluntad, sus restos fueron trasladados a Ushuaia.

Rating: 0/5.