¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Jueves 01 De Junio
A raíz de la bajante histórica del Paraná, un pescador encontró trozos de unas cadenas muy particulares. Si bien están siendo estudiadas, podrían ser restos de la contención que mandó a poner el General Mansilla en 1845, para frenar el avance enemigo en la Batalla de la Vuelta de Obligado.
Una mañana de estas que se vienen dando hace meses, con el río Paraná en una bajante histórica, Jorge López amarró su embarcación en la playa. Al mirar hacia el lecho del cauce, observó fragmentos de unas cadenas. Al tirar de ellas, encontró varios eslabones más, parte de una misma línea. Los que saben sospechan que fueron colocadas ¡en 1845! Nada menos que por la tropa argentina que debía combatir a la anglo-francesa en la célebre Batalla de la Vuelta de Obligado.
En ese entonces, la principal fortificación argentina se encontraba en la Vuelta de Obligado. Allí el río tiene 700 metros de ancho y un recodo pronunciado dificultaba la navegación a vela. Las tropas argentinas estaban lideradas por Lucio N. Mansilla, quien hizo tender tres gruesas cadenas que pesaban más de 9000 kilos. Las cadenas fueron extendidas de costa a costa, sobre 24 lanchones, con la intención de detener el desembarco de las naves. La operación estuvo a cargo, principalmente, de un italiano inmigrado a la Argentina de apellido Aliverti. Aparentemente el hallazgo coincidiría con lo colocado por las tropas nacionales.
Ya en marzo del 2013 se encontraron, en la zona, seis eslabones y un grillete. En aquel entonces, investigadores históricos determinaron que se trataba de un fragmento de la cadena utilizada en la batalla. En esa oportunidad fueron integrantes del Grupo Conservacionista del Museo Paleontólogico de San Pedro los que revisaron el hallazgo. Encabezados por el especialista José Luis Aguilar, confirmaron que los fragmentos encontrados pertenecieron a aquella defensa histórica ocurrida el 20 de noviembre de 1845. Respecto de este último hallazgo los especialistas destacaron el hecho de que las cadenas están a diez metros de donde estaban atadas en el monolito. Tienen el grosor que Mansilla indica en sus notas y la oxidación que corresponde a los objetos que han estado sumergidos vinculados a la batalla. Además están colgando incrustadas en la roca, en la pared del río. Según uno de estos paleontólogos, por la bajante del río, este es un momento ideal para retirar las cadenas que están agarradas a la barranca. Y recordó el tramo de casi un metro, prácticamente igual, que fue hallado por otro pescador en la misma zona. Seguramente, las piezas quedarán en custodia del museo para que todos los vecinos puedan apreciarlas.
Fecha de Publicación: 13/08/2020
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