¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Jueves 23 De Marzo
Las luchas del General José de San Martín ayudaron a liberar Chile, Perú y Argentina. Pero existía otro hombre de cabellera ensortijada, mirada despierta y sonrisa amable. Su legado fue tan sólido como el del Libertador. A Manuel Belgrano el impulso revolucionario le corría por las venas. Su presencia fue decisiva en el Ejército del Norte para llevar a la región a un proceso cada vez más aceitado de autonomía territorial y política. Hacia 1816, ambos próceres se preguntaban si no era hora de proclamar la independencia delas Provincias Unidas.
Apenas un año antes, se instauró en Buenos Aires el Directorio para sustituir al Segundo Triunvirato. Carlos María de Alvear asumió por un breve lapso, suficiente como para enviar a Bernardino Rivadavia y al General Manuel Belgrano, como embajadores a Gran Bretaña. No sabemos porqué semejante variable podía convenirle entonces a América. Probablemente los discursos opuestos de ambos hombres, tuvieran para Alvear un objetivo mayor que hoy se nos escapa.
Lo cierto es que aquellas conversaciones con los políticos británicos tuvieron un resultado sorprendente. Es verdad que Rivadavia volvió más convencido que nunca de su “visión europeísta”, pero Belgrano desarrolló un esquema distinto. Ya había hablado de su plan alguna vez en la casa de Rodríguez Peña, aunque en esta oportunidad estaba absolutamente seguro de lo que decía. En contraposición a Rivadavia, desarrolló una teoría que defendió con pasión hasta el último instante de su vida. El “incanato parlamentario” dejó pasmados a los diputados provinciales.
Entonces, unos días antes de aquel 9 de julio de 1816, habló en Tucumán frente a los representantes del pueblo de las Provincias Unidas. Lo hizo con vehemencia, esperando obtener el apoyo total del Congreso.
Pidió a los diputados que, a la hora de declarar la independencia, tomaran en cuenta a un descendiente directo del Inca Túpac Amaru para nombrarlo rey. Parecía una locura. Sin embargo el heredero del Inca ya había sido identificado. La teoría de Belgrano se convirtió de pronto en un razonamiento digno de ser analizado. A grandes rasgos, consistía en instaurar una “monarquía parlamentaria” de origen autóctono. El objetivo sería mucho más que decorativo. Era preciso ceder una fracción del protagonismo a los reyes americanos preexistentes, olvidados y maltratados por los sucesivos abusos sufridos desde el descubrimiento.
Tal vez se trataba de la quintaesencia de las elucubraciones de la Logia Lautaro. Acordar con los antiguos pobladores del incanato podía resultar en una alianza con Bolivia y Perú. El fortalecimiento de la identidad y la fusión de los ejércitos del Cono Sur de América, pondría a las tropas realistas en una situación muy difícil.
La Santa Alianza dominaba el horizonte europeo. Se trataba de una suerte de pacto entre Rusia, Prusia y Austria a fin de luchar contra los rebotes del bonapartismo. Fernando VII, después de la caída de Napoleón en Waterloo, estableció el absolutismo monárquico en España.
Frente a semejante panorama, la posibilidad sudamericana de aliarse a los antiguos guerreros de Túpac Amaru sedujo a algunos de los representantes provinciales en
Tucumán. Con todo, el “incanato parlamentario” nunca logró instaurarse en el ideario de las políticas continentales y mucho menos entre la dirigencia de las Provincias Unidas.
Fue poco tiempo después de aquellos acontecimientos, que Manuel Belgrano volvió a combatir en el Litoral. Cansado, enfermo y decepcionado, un día decidió viajar a Buenos Aires. Algo ocurría con sus amigos. La Logia Lautaro parecía haberse esfumado. Los antiguos integrantes de la Orden quedaron aislados y sacudidos por la pérdida. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Dónde habían quedado todos?
“¡Abajo la Lautaro!”,se escuchaba decir a las agrupaciones políticas juveniles que a veces pasaban frente a la casa de Belgrano en Montserrat. Ese hombre al que ignoraban, había creado el pabellón nacional en 1812. Utilizó los colores de la escarapela que él mismo había institucionalizado para diferenciar a los soldados independentistas de los españoles.
Fue General del Ejército del Norte, vencedor en Tucumán, Salta y Las Piedras, además de convertirse en un gran político y diplomático.¿Qué más necesitaban las Provincias Unidas para honrarlo? Belgrano dejó este mundo un frío 20 de junio de 1820,sumido en la más absoluta pobreza y lejos del poder.
Nadie habló de él durante aquel año, porque se había desencadenado una nueva guerra civil. Ahora el escenario era la provincia de Buenos Aires. Dicho conflicto llevaría a Martín Rodríguez a convertirse en Gobernador y a Rivadavia en su principal Ministro.
Quizás estos avatares hicieron que pasaran casi cuarenta años para volver a decir con firmeza su nombre. Entonces Bartolomé Mitre recuperó la olvidada figura de Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y abordó por fin una biografía. Pese a todo, tuvieron que pasar otros sesenta años para honrar su legado. Recién en 1938, se logró establecer el día de su deceso como el elegido para recordar la creación de la bandera de los argentinos.
Fecha de Publicación: 16/06/2019
Un hombre llamado José de San Martín
La compleja tarea de armar el Primer Gobierno Patrio
Martín Rodríguez, el hombre que la Primera Junta rechazó
Las instrucciones de la Junta a Moreno
¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónME SACO EL SOMBRERO PROFESOR!!!!!!!!!!!
¿porqué todas estas cosas no me las decian en la escuela? ahora quieroooooooo a Belgrano y me pregunto si siempre fuimos asi. nunca reconocemos a alguien en vida. siempre dudamos de sus logros y su sinceridad. Gracias profe
Una genialidad
Una genialidad hablar del Inca y no directamente de la bandera para celebrar el día de la bandera. Profesor es mi ídolo
Coincido con los chicos que escribieron. Una GENIALIDAD. Siempre nos contaron el tema de la bandera. Pero un Belgrano así es una audacia. Gracias profesor Prudencstein
Gracias Profesor, estas columnas dominicales redefinieron mis mañanas
Llueve y no hay luz pero esta nota ilumina !!!!
Yo creo que la gente de esa epoca podría haber tenido un rey inca pero los de fin de siglo no. La generación de Roca salio a matar indios. Pobre Belgrano era una persona con buenas intenciones.
Comentarios
Con motivo del Centenario el pensador y jurista riojano publica “El Juicio del Siglo”. Un texto fund...
Junto a Beatriz Guido y Silvina Bullrich, Marta Lynch fue una de las escritoras más aclamadas y vend...
La actriz y cantante nacida en Parque Patricios cerró el “Disciplina Tour” ante 50 mil personas, mar...
Bariloche es candidata a ser la primera sede latinoamericana de la Exposición 2027: Naturaleza+Tecno...
Suscribite a nuestro newsletter y recibí las últimas novedades