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Evita: De corazón a corazón

Más allá de los pensamientos que atraviesan la política argentina y sus vaivenes, Eva Perón supo construir su propia historia.

Su nombre era María Eva Duarte. Siendo muy joven, pasó a ser conocida como Eva Perón o simplemente como Evita. Amada, odiada, vituperada y elevada hasta lo más cercano a la santidad, su breve existencia la convirtió en un ícono indiscutible del siglo XX.

Existen, desde ya, quienes alegan que utilizó su posición como primera dama argentina, para lograr sus objetivos personales. Ser famosa, trascendente, una estrella como la que no había llegado a ser en el cine. Eva había sido actriz. Participó únicamente en seis películas.  “¡Segundos afuera!” (1937), “La carga de los valientes” (1940), “El más infeliz del pueblo” (1941), “Una novia en apuros” (1942), “La cabalgata del circo” (1945) y “La pródiga” (del mismo año).

Mucho más profusamente se desempeñó en radio. Por aquellos tiempos el “radioteatro” era furor y Eva supo sobresalir en muchos. El antiguo estilo declamatorio aún estaba en uso y gran parte de los actores leían sus textos según estas reglas.

Sin embargo, a pesar de que en un principio Eva pareció desesperada por alcanzar el estrellato, hoy es recordada por su incansable lucha por el sufragio de las mujeres y su obsesión por mejorar la vida de los pobres. La ruptura de los contratos sociales por parte de los gobiernos conservadores la perturbaba. Ahora, ¿cómo fue posible semejante transformación?

Eva Perón había nacido en 1919, en una familia de pocos recursos de la ciudad de Los Toldos. A los 15 años viajó a Buenos Aires a fin de probar suerte en el mundo del espectáculo. Para 1930 esto no era algo sencillo. Incluía toda una serie de prejuicios atados a la autogestión femenina. Por lo tanto, no debió ser fácil llegar a firmar su primer contrato.

En 1945, se casó con Juan Domingo Perón, que a su vez llegó a ser presidente de los argentinos. Una nueva forma de vida había modificado sus planes originales. Con el tiempo, se convirtió en una mujer política. Pero, ¿de dónde surgió aquella conciencia cívica? ¿Cuánto tiene que ver su desempeño en el teatro con su carrera junto a Perón?

"Eva Duarte, más allá de tanta pena", del historiador César Maranghello, editado por Proteatro y Eudeba, reconstruye la vida de los años anteriores a la conversión de Eva en política. Devela, sin duda, algunas de las claves de este misterio.

En una entrevista dada a Claudio D. Minghetti difundida por Télam en 2017, el autor de "Eva Duarte, más allá de tanta pena", señala una de las claves que iluminaron a la joven actriz.

“Hay una película de Greer Garson”, dice Maranghello. Se refiere a “Blossoms in the Dust”, conocida en español como “De corazón a corazón”. Filmada en 1941, aparentemente, según destaca la entrevista realizada por Minghetti, se convirtió en una de las pasiones centrales en la vida de Evita. Vería esa película unas once veces. Maranghello afirma claramente que “De corazón a corazón” fue una especie de revelación que le ayudó a armar la Fundación Eva Perón. “Esta película”, aclara el autor, “cuenta la historia de una mujer que ayuda a los niños huérfanos a encontrar un hogar, más allá de la oposición de los ‘buenos ciudadanos’, desinteresados por los niños pobres o ilegítimos”.

En 1941, “Blossoms in the Dust” (-Florecer en el polvo-) se conoció en América Latina como “De corazón a corazón”.
Greer Garson, protagonista de “Blossoms in the Dust”.

En el caso de Eva debería ser factible precisar este momento como el motor de quien poco tiempo después sería calificada como “la abanderada de los humildes”. Más allá de otras influencias, se trató de la historia que organizaría finalmente su fuerza política individual, asociando coherentemente algunos recursos que le eran familiares. Micrófonos, cámaras, públicos inmensos, escenas gloriosas y aquella oratoria surgida de la radio y el cine de los años 30 y 40, que sin duda fue la marca más clara de su personalidad.

Desbordante y apasionada, “De corazón a corazón” encarnó en el alma política de Eva, el producto que había soñado. Su estilo. Su reflejo más acabado. La antigua esperanza de los desposeídos tuvo al fin una voz. Así fue como el sueño de la actriz nacida en Los Toldos, se hizo realidad. Escucharla a Evita, terminó siendo como escuchar a las “Heroínas” de Radio Belgrano.

Dice la canción creada por Pedro Orgambide y Alberto Favero:

Si yo fuera como ellas
me vería tal cual soy.
Ni más triste ni más bella
que la dicha o el adiós.
Sin vergüenza del pasado,
porque ayer también es hoy.
Si yo fuera como ellas
sería otra mi canción.”

La película protagonizada por Greer Garson, según el comentario de César Maranghello, se convirtió así en parte de su ideal. Una mujer debía ser capaz de lograr sus propios sueños. Fue entonces cuando Eva dejó de interpretar a heroínas apasionadas como Ana Bolena y Josefina, para ser al fin una de ellas.

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