COTO, una compañía 100% argentina, líder en el mercado local con más de 120 sucursales, regresa este año con su exitosa acción "Osos de Peluche COTO" para el Día del Niño.
Compañeros entrañables de aventuras durante la infancia, los peluches están sin dudas entre los preferidos de niños y también de adultos. Es que un peluche es mucho más que un juguete. Es la sonrisa inolvidable de tu hijo, es la más dulce e infalible manera de pedirle perdón a tu pareja y la alegría de tu nieto cuando lo sorprendés con un peluche más grande que él, todo resumido en un metro de inmenso cariño.
Pionero del mercado en esta acción comercial, el evento “Osos de Peluche COTO” se convirtió en un verdadero clásico en las fechas previas al Día del Niño. Una vez por año, COTO pone a la venta una colección de 10 peluches de un metro a precios insuperables. Ranas, tigres, unicornios, monos y el clásico oso, entre otros animales, forman parte de esta propuesta que los clientes esperan ansiosos cada año.
Desde bien temprano a la mañana y con una inmensa montaña de muñecos en las góndolas, los clientes aguardan expectantes en la puerta de la sucursal a que sea el horario de apertura. Todos quieren asegurarse su peluche gigante y aprovechar esta oportunidad única para regalar en el Día del Niño, demostrar afecto por un ser querido o simplemente para completar la colección. Cualquier motivo es válido para tener en casa estos hermosos y simpáticos peluches COTO.
Seguí la campaña en las redes sociales de COTO.
Historia de Coto
Alfredo Coto recibió de su padre, Don Joaquín Coto, los primeros conocimientos en la comercialización de la carne. En 1970 Alfredo Coto y su esposa, Gloria, fundaron la primera empresa argentina que impulsó el sistema de venta directa productor-consumidor, y la primera en comercializar mensualmente 40.000 kg de carne por sucursal: COTO C.I.C.S.A. Con el fin de bajar costos y optimizar el modo artesanal de expendio de mercaderías, COTO diseñó modernas carnicerías con un sistema de desposte aéreo y corte a la vista. El valor diferencial residía en la compra de ganado en pie, faena de frigorífico, distribución y venta directa al público a través de locales propios.
Haciéndose eco de los cambios que fueron sucediéndose en materia de comercialización, COTO fue creciendo, sin perder la esencia por la cual había sido creada. Para 1987, cuando inauguró su primer supermercado en la ciudad de Mar de Ajó, ya estaba afianzada como la mayor red de carnicerías integradas del país, con 34 locales de atención al público, un frigorífico propio y más de 350 empleados.
Hoy la cadena tiene más de 120 sucursales en distintos puntos del país, pero se concentra sobre todo en Capital y provincia de Buenos Aires. Registra ventas anuales por más de $53.000 millones. Cuenta con más de 18.000 empleados propios y casi 3.000 tercerizados, fundamentalmente en tareas de limpieza y seguridad y es promocionada como “la mayor empleadora privada de Argentina”.
En La Matanza, posee una planta frigorífica, Famaba, con capacidad de faena de entre 20.000 y 30.000 cabezas mensuales, de acuerdo a distintos artículos periodísticos.
Invirtió $90 millones en una planta de producción avícola en Esteban Echeverría. Comenzó suministrando la demanda de pollo de sus locales, pero hoy abastece a otras cadenas. Según Coto, "tiene capacidad para producir 6000 pollos por hora".
En 2018 compró el frigorífico conocido como ex Fricop, que pertenecía al empresario local José Mattievich. Faena 15.000 cabezas mensuales y emplea a 600 personas. Su objetivo es escalar hasta las 20.000 cabezas por mes.
Su larga y exitosa trayectoria como creativo publicitario le dio un conocimiento muy profundo acerca de las conductas y motivaciones de la gente, base de su tarea como Secretario de Redacción de Ser Argentino.