Épicos: cambiar el paradigma

Hay quienes dicen que es solo una moda, pero en realidad estamos asistiendo a un cambio de hábitos y de mirada que va mucho más allá de una novedad pasajera. Un cambio en la forma de ver el mundo, de relacionarnos con la naturaleza, con nuestro cuerpo, con nuestra alimentación. Una llamada de atención enorme para que nos despertemos, dejemos de ser consumidores pasivos y empecemos a involucrarnos a consciencia en las elecciones que hacemos. Volver a las fuentes, a lo que nos hace bien, y poco a poco lograr que las grandes industrias dejen de hacer lo que quieran con nosotros.

Hoy vamos a contarte la historia de cuatro primos que hace tiempo descubrieron que las cosas tienen que ser diferentes. Y están haciendo lo suyo para colaborar con esta causa gigante que tiene como fin mover las bases de la industria alimentaria en beneficio del planeta, de las personas y de las generaciones que están por venir. No es una tarea fácil, pero cada vez son más los que suman manos, cabezas y corazones para que los paradigmas comiencen a cambiar.

Ramón, Ignacio, Tobías y Lucas son cuatro jóvenes a los que los une la sangre y el mismo propósito. Se criaron en la provincia de Buenos Aires, en una chacra, donde tuvieron la libertad de explorar, correr, jugar y arraigarse a la tierra y a la naturaleza. Sus carreras apuntaron también, de uno u otro modo, a cuestiones vinculadas con la naturaleza, la alimentación y los animales.

Así nació Épicos

Aunados en la convicción de que es posible cambiar la forma en la que se desenvuelve la cadena de producción de alimentos, decidieron poner manos a la obra y darle a esa convicción un sentido concreto. Su línea de alimentos se llama Épicos y nació con una premisa clara: cambiar la manera en la que se producen y se comercializan los alimentos.

Los primos creen que se pueden cambiar las reglas, que se puede recrear un circuito independiente de la industria alimentaria que respete al entorno y a las comunidades locales. Por eso, se interiorizan en todo el proceso y se capacitan en alimentación holística y cultivo agroecológico. Para lograrlo, se asociaron con dueños de campos, junto a quienes realizan este tipo de cultivos. Luego, las cosechas se industrializan en origen, con lo que se genera empleo a nivel local. Con su método de producción, ya han liberado 355 hectáreas de 3.743 litros de agroquímicos y 71.700 kg de fertilizantes.

Desde la semilla hasta la góndola de la dietética: los dueños de este emprendimiento están al tanto de cada paso que da el alimento hasta llegar al producto final. Al momento, ya tienen 14 alimentos agroecológicos a la venta en 2300 dietéticas.

Un nuevo concepto de restaurante

El proyecto de los primos busca seguir ampliando sus límites en el futuro. El próximo paso será abrir un restaurante con un concepto nunca antes visto en el país. La idea es la de acercar a las personas a los alimentos que consumen y, para esto, proponen que los comensales cosechen sus propios alimentos. El restaurante estará ubicado en una de sus granjas holísticas y está pensado como un centro educativo donde las personas generen un vínculo con los alimentos que consumen.

Se pueden cambiar las reglas. Hay otras alternativas. La forma en la que nos vinculamos con los alimentos puede cambiar por completo nuestras vidas y el futuro del planeta.

Imágenes: Épicos