¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónSi no volvemos a la cultura del respeto, el país seguirá siendo inviable. Y el Gobierno tiene que y está promoviendo esa vuelta.
Ahora, el Gobierno es cordojaponés. Explico.
Me da mucha, muchísima lástima cuando camino por el barrio y la gente de la cuadra no me saluda. Me da mucha, muchísma bronca cuando entro o salgo de algún lugar, le sostengo la puerta a una mujer o persona anciana y no me agradecen. Lo mismo cuando dejo pasar a otro auto delante de mí, cuando no le corresponde. O a un peatón que cruza en rojo. Odio cuando en un comercio no me dan el dinero o el ticket de la tarjeta en la mano, y lo dejan sobre el mostrador. Cuando el vendedor no responde a mi "Buen día". Los odio.
Como que comenzaríamos un círculo virtuoso, en donde la buena onda va y vuelve. Podés tener un mal día y cero ganas de sonreirle a un extraño, pero te haría bien a vos y al extraño. Claro, cuesta un poco más que poner cara de upite; como hacer las cosas bien. Hasta que uno se acostumbra. Nos acostumbraríamos rápido. Creeme.
Esa cosa tan linda de la gente que entra a un boliche y saluda a todos, propios y forasteros. Fueron muchas décadas de degradar la educación y las buenas costumbres. De exaltar lo vulgar como virtud. Deberíamos recuperar esa cosa parecida a la alegría, por nuestro propio bien, más que nada.
Aabandona el vestuario dejándolo en las mismas condiciones de orden y limpieza en que lo encontraron. Impecable. Sin residuos ni basura fuera de los tachos. Hasta dejan una nota de agradecimiento por la hospitalidad. Ésto lo hacen en todas las divisiones, vayan a donde vayan. Un respeto que no debe ser coincidencia que emane de un club del interior. Los japoneses hacen lo mismo al retirarse del estadio. Se llevan su basura y van recogiendo lo que otros dejaron tirado. Otro pueblo con una enorme cultura del respeto.
Sin dudas, el Gobierno ha cometido muchos errores en lo económico (la gran mayoría eran inevitables, por el muerto que recibieron), pero si hay algo que está haciendo muy bien es volver a valorizar el respeto por el otro, por el disenso, por las instituciones, por la verdad. Y ésto es imprescindible. Es imposible reconstruir una sociedad abatida por la corrupción, el narcotráfico, el clientelismo y el sometimiento políticos, el apriete, la denigración del oponente, si no empezamos por el respeto. Y sería muy bueno si todos los gobernadores, intendentes, diputados y senadores imitaran un poco a los cordobeses o a los japoneses, más allá de tomar fernet o comer sushi.
Fecha de Publicación: 25/03/2019
Mauricio Macri la putá que te parió
El anestesista Billiris no es Jack El Destripador
Los más boludos del continente?
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