El primer Superclásico en el que ganamos los 45 millones de argentinos

Hace un mes, aproximadamente, estuvo de visita en el país mi exquisita amiga Norma. Ella es un ser adorable, super sensitivo y sensible. Antes del Superclásico, aproveché para preguntarle cómo veía el país con su mirada de extranjera. "La gente está mucho menos tensa", me dijo.Yo creo que es verdad. No solo los indicadores de delito están bajando en todo el país, sino que en Buenos Aires, una gran ciudad, en donde la vida es más estresante, se percibe que la gente ya no estalla por cualquier cosa. Si bien tengo una opinión clara sobre el respecto, que resumo en que la sociedad copia lo que emana del Estado, no quiero hacer política desde esta columna, de modo que me voy a quedar con el síntoma y no con el origen del mismo.

No estamos más maduros; no confundamos

Nos faltan años. Pero estamos volviendo a ser respetuosos, condescendientes, tolerantes. También nos falta para volver al país que éramos en los setentas. Pero volvemos a vernos como compatriotas y no como enemigos. A ver los grises de la vida, y no el ridículo blanco o negro.Quizá sea que empezamos a comprender. Que se pueden vivir fiestas entre rivales, en paz, sin violencia. O que los argentinos de hoy también estamos para grandes cosas. Y que podemos organizar los Juegos Olímpicos de la Juventud y dejar atónito al mundo y a nosotros mismos, un superclásico de lujo y un G20 serio (Dios quiera que ésto, que aun no sucede, no me lapide).

Acabamos de meter un Superclásico único

En todo sentido. Impecable la organización. Un marco increíble. Partidazo. Limpio. Sin golpes, violencia o faltas al espíritu deportivo. Espero que los Juegos y este partido sean síntomas del inicio de una era superior en la Argentina. Superadora.Sería lindo que gane River. Para no tentar al diablo con los disturbios? No. Porque soy del Millo!Lo importante es que empezamos a demostrar que cuando queremos, podemos. Queramos todos hacer de este país el país del primer mundo que nos merecemos. Vamos a tener que hacerlo entre todos; pero ya quererlo, sería un golazo.