¡Bravas barras las a defendamos!

Estamos en el reino del revés. Hace dos años, el Gobierno presentó un proyecto de ley en el Congreso para erradicar la violencia de los barra brava. Hace dos años, el peronismo lo tiene cajoneado y evita tratarlo, gracias a su mayoría parlamentaria.

No voy a decir nada nuevo a cerca de los comprobados vínculos entre políticos y barrabravas. Están a la vista. Son vínculos impunes. Quizá creas que no te afectan en nada, porque no vas a la cancha. Bien. Te invito a pensar. ¿Qué opinás que hacen estos muchachos durante la semana? No digo los jefes de las barras, que tienen fortunas. Digo los perejiles, los que hacen el laburo sucio. Bueno, esos son los que venden droga en tu barrio a los chicos. Los que hacen salideras bancarias en el centro. Los moto chorros. Los que afanan casas y autos. Si creés que no es un tema importante para tu seguridad, déjame decirte que estás muy equivocado. Estos muchachos pueden decidir si vivís o morís cuando te asaltan.

El tema de los barrabravas es transversal en todo el país; no atiende solo en Buenos Aires. El Gobierno volvió a perder en el intento de sacar la ley, esta semana. Es muy difícil gobernar sin mayoría en las cámaras.

Yo creo que es tiempo de ponernos los pantalones como sociedad y reaccionar a través de un arma muy poderosa que tenemos: el voto. Y el año que viene hay elecciones. Tenemos que elegir en qué país queremos seguir viviendo. En uno que trata de hacer las cosas de la manera que nos lleven a ser de nuevo esa potencia mundial que podemos ser, o en esa república bananera infectada de drogas, violencia, delincuencia, corrupta, sin futuro y en donde todo está al revés.