Tus papás no están en Instagram

Tengo una amiga en sus veintis que, para invitarnos a su cumpleaños, creó un evento en Facebook, como todos los años. Pero esta vez aclaró: “Aunque no estoy usando Facebook últimamente...”. ¿A qué venía esa aclaración? ¿No es lo suficientemente “joven” utilizar una red social para invitar a tus amigos a tu casa? No, no lo es.

Los de veintis ya migraron a Instagram; Facebook quedó viejo: sus papás usan Facebook. Cuando le pregunté a otra de mis amigas jóvenes qué era tanto mejor de Instagram, su primera explicación fue la siguiente: “Tus papás no están en Instagram”, como si el contenido que podría subir yo estuviera vedado para mi mamá.

A los de treintis nos cuesta un poco, pero lentamente van apareciendo las cuentas nuevas, cuando vamos notando que el muro de Facebook es cada vez más publicidad y discusión política. A medida que va aumentando la edad, los problemas se incrementan: los de cuarentis, cincuentis y sesentis ya tienen bastante con una red social como para aggiornarse a una nueva.

Y así estamos: a los precursores del Fotolog, a los reyes del ICQ y del MSN, nos toma 40 minutos tratar de subir una historia con algún emoji acorde y, cuando lo logramos, nos sentimos tan jóvenes y en onda. Lástima que, como todo, esto también va a evolucionar y, antes de que nos demos cuenta, seremos los abuelos de una nueva red social.

Instagram la red social del “levante”

¿Cómo funciona y cuáles son las claves para “levantar” por Instagram? La red social se transformó en una de las mejores plataformas para conseguir pareja… o un amorío fugaz. Las Instagram Stories con su contenido instantáneo, que se borra a las 24 horas de haber sido compartidas, se convirtió en una herramienta muy útil para mostrar qué hacemos o dónde estamos. Y esto invita a quienes nos ven a iniciar una conversación por mensaje privado. El espacio ideal para el chamuyo.

Para muchas personas resulta más cómodo que Tinder (red social creada con el propósito de chonguear) ya que pueden ver el perfil de la persona y eso les brinda mayor seguridad a la hora de conocer gente. Y porque también pueden chequear si tienen amigos en común.

La clave del chamuyo, como decíamos antes, está en las historias. Generalmente son las mujeres las que suben fotos o videos esperando alguna respuesta del público masculino. El secreto está en subir varias y esperar si alguno “pica”.

Pero como en todo hay reglas. No hay que ser pesado, si la otra persona no responde no hay que insistir. Significa que no hay interés del otro lado. Dicho mal y pronto: que te rebotaron. Aunque este rebote es un poco más amigable porque es menos violento. Y también entra un poco en juego la ambigüedad en la interpretación: puede haber sido un comentario buena onda, de amigo, y no estrictamente de levante.

Como pasa muchas veces, el hombre propone y la mujer dispone. Instagram no es la excepción.

Los likes también son una buena forma de generar una onda. Hay varias teorías y maneras de utilizar esta herramienta. Existe la teoría de los 3 likes: si un X aparece, te sigue y te mete tres likes es que te quiere dar.

Otra opción es el “histeriqueo likeador”. Ponés un like. El otro te pone a vos. Vos le volvés a poner otro. Así varias veces hasta que alguno de los dos afloja y habla por privado. Eso es que están hasta las manos.

Una jugada un poco más jugada, valga la redundancia, es poner like a una foto vieja. De esas que tenés que scrollear 4 veces para encontrarla. Pero ojo porque es un arma de doble filo: es una forma de demostrar interés, pero también corrés el riesgo de quedar como un stalker.

Asi que ya sabés, si estás buscando conocer gente y te cuesta encontrar cómo, seguí estos consejos y convertite en un genio del levante por Instagram.