Sandra Díaz es argentina. Investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba y del CONICET. Acaba de recibir el Premio de la Sociedad Linneana de Londres.
Ya voy a explicar, pero al investigar un poco para escribir sobre esta grosa cordobesa, lo primero en que pensé fue en cómo puede convivir esta mujer en el CONICET con un par que declara que estudia "la importancia de Superman en la infancia argentina" y cosas por el estilo, de las cuales hay muchas. ¿Ustedes imaginan a Sandra en una pausa para hacerse una sopa Quick en la kichinette del piso y cruzarse con un investigador al que le pagamos por perder el tiempo en boludeces? No alcanzo a comprender cómo sería un diálogo profesional.
- Me contaron que te nominaron para un premio en Londres...
- Sí. Por suerte... estoy muy felíz...
- La vas a levantar en pala, ¿no? ¡Qué capa!
- No. No es por dinero; mi investigación les pareció impor...
- ¿Me podés traer un perfume del freeshop si vas? Ojo: yo después te doy la guita, cuando cobramos...
Yo me moriría de la vergüenza de una manera que renuncio o cambio radicalmente mi vida profesional. Compartir la vida laboral con una mujer que hace descubrimientos trascendentales para el mundo y vos rapiñando guita del Estado. Hay cosas bajas, pero pocas más bajas.
Volvamos a Sandra
Sandra nació en Belle Ville, Córdoba. Belle Ville es una ciudad del sur de esa provincia que en 1866 fue propuesta para capital del la Nación. O sea: algo hay en Belle Ville; no creas que es una ciudad más. Algo inspiró a esta mujer a convertirse en una científica de primer nivel mundial.
Te cuento un poco de qué hablo y voy solo a enumerar su curriculum. Fijate el largo del párrafo...
Doctora Cum Laude en Ciencias Bilógicas. Fue Investigadora y docente de la Universidad de Sheffield, Inglaterra. También de la Universidad Nacional de Córdoba. Fue miembro activo y directivo de unas cosas de títulos larguísimos del (acá viene lo groso) Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, con el que ganó el Nobel de la Paz en equipo en 2007. Ni la cuentan entre nuestros Premio Nobel... Fue Asociada Senior en Investigación en la Universidad de Stanford. Que es una de las más prestigiosas del mundo en ciencias. Premio Konex de Platino. Premio Bernardo Houssay. Premio Ramón Margalef de Ecología dl Gobierno de Cataluña. Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica. Es Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, de la Academia de Ciencias de Francia y de la Royal Society. Y es la única argentina del Listado Thompson Reuters de científicos más influyentes del mundo.
Explicame qué hace esta maravillosa mujer acá
Estudia puntualmente el impacto del cambio climático en microsistemas vegetales.
Pero me quiero centrar en que imagino que no la tuvo fácil para lograr toooooodo lo que logró. O sea: ella "pudió lograr los logros logrados", como diría un ni más ni menos que Gobernador de una provincia ni mas ni menos que la más importante del país.
Imagino pasión, desvelos, contratiempos, retrocesos, falta de recursos, stress, inflación, familia, salud, pobreza, inseguridad, estafas. La vida misma de una argentina científica.
Pero esta mujer tiene algo que la hizo trascender. Que minimizó todo lo malo y lo reconvirtió en virtud. Una mujer que seguro no se detuvo porque el científico del al lado cobra por pelotudear con la nuestra. Aunque seguro que eso le habrá sacado más de una lágrima. No se debe haber quedado en la chiquita argenta de la ventaja, del sobrevivir.
Sandra debe haber abrazado la vida, preocupada por nosotros, el futuro, sus seres queridos y los desconocidos.
Sandra es una distinta
Como profesional no hay dudas de que es un fenómeno. Una mente superior. Un talento como pocos hay en el mundo.
Pero ese plus que tiene Sandra, ¿no lo tienen muchos argentinos?
Yo creo que sí. Creo que habrá miles no tan talentosos quizá, pero no mucho menos dotados. El tema es lo que esos hacen con su pasión. El tema es que quizá no le ponen la garra suficiente. Los desvelos. Las lágrimas. Las frustraciones. Uno de los tenistas más talentosos que vi en mi vida y lo habrás visto vos también seguramente es David Nalbandián. Otro cordobés... Soy un apasionado del tenis y recuerdo que David en Juveniles lo tenía loco a Roger Federer. Le ganaba muy a menudo. Roger resultó el mejor de la historia. ¿Y David? Lo hubiera sido él quizá; pero no le interesaba. El mismo dijo que no estaba dispuesto a pagar el precio que significaba ser el número uno. Son decisiones. No pongo en duda por un minuto la dedicación que le puso David para ser lo inmenso que fue.
Habrá miles como El Rey David no dispuestos a pagar el precio. Pero ¿qué pasaría si fueran más los que sí lo están? ¿Qué pasaría si eso fuera un tema de formación de carácter? ¿Y si eseñaramos el ejemplo de Sandra Díaz en los colegios? De Leloir que vivió y murió humilde. De Borges, que no murió humilde pero ¡lo que leyó y estudió ese muchacho! (autodidacta de idioma alemán). ¿No estaría bueno inspirar a los chicos con estos héroes modernos en vez de aburrirlos con cosas que no sirven absolutamente para nada? En una de esas tenemos más científicos serios, más escritores talentosos, más mejores en todo.
Y también depende de vos y de mí. Messi es más crack afuera de la cancha que adentro. Es por ahí.
Su larga y exitosa trayectoria como creativo publicitario le dio un conocimiento muy profundo acerca de las conductas y motivaciones de la gente, base de su tarea como Secretario de Redacción de Ser Argentino.