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El Cono de Arita y la pirámide que no es

El geólogo José Sellés-Martínez aclara las dudas sobre este joya natural que no bajó de ningún plato volador ni es una construcción de una civilización perdida. Pura naturaleza en Salta.

Por el profesor José Sellés-Martínez UBA

El título de esta contribución, como habrá deducido el lector, es sólo una broma, cruel desde cierto punto de vista, acerca de los errores que se cometen al intentar divulgar el origen y composición del denominado “Cono de Arita”, en la provincia de Salta. No es un invento del autor, sino, como se reproducirá, una síntesis de lo que se publica al respecto intentando hacer divulgación científica. Y qué podemos –y debemos- hacer los geólogos al respecto para corregir y evitar problemas como este parte del trabajo.

La divulgación de la ciencia de punta suele quitarle el sueño a muchos periodistas científicos. Sin embargo, a veces aparecen notas y comentarios que describen cosas que podríamos llamar “de todos los días” y, a pesar de ello, en pos de la simpleza y la brevedad, las flagrantes errores en la explicación. A lo señalado se une muchas veces tanto el uso abusivo de términos como “misterioso” e “inexplicable” para cosas que no tienen nada de ello, como la vinculación del objeto de estudio con civilizaciones remotas en el tiempo y en el espacio que conducen a divagaciones esotéricas cuya consideración escapa al objetivo de esta contribución.

El denominado “Cono de Arita” es un atractivo rasgo geomorfológico localizado en el extremo austral del Salar de Arizar, en el área de Tolar Grande, Salta. Su forma cónica casi perfecta y su posición aislada, rodeado por la superficie blanca y llana del depósito salino, han hecho de él un ícono turístico de la región. Este rasgo geomorfológico fue presentado como candidato para la elección de las 7 maravillas naturales de la Argentina.

De qué pirámide me hablais, cholo

Muchos artículos de la Internet y páginas turísticas, incluso oficiales, señalan que el Cono de Arita es una pirámide casi perfecta. ¿qué no puede ser? ¿Qué si es un cono no puede ser una pirámide? Estos comentarios, tomados de los sitios, parecen indicar lo contrario: “La forma cónica y casi perfecta que domina la parte sur del salar -con claras similitudes a las pirámides de Egipto- se eleva 200 metros sobre el nivel del Arizaro y es considerado como el cono natural más perfecto del mundo” o “El Cono de Arita es la pirámide natural más perfecta del mundo” o “Quizás un volcán a medio formarse, este extraño resto de la geología salteña fue lugar sagrado para civilizaciones preincaicas.” Sic. Pero desde el punto de vista científico los datos geológicos son los siguientes: a.El cerro es una geoforma generada por procesos erosivos y constituye un “cerro testigo”en tanto los materiales que lo rodeaban han sido eliminados. Ningún volcán. b. Su composición está caracterizada por materiales de edad miocena inferior, diferenciándose su base y su capuchón en los detalles de los procesos volcánicos que les dieron origen. Todo naturaleza en su modelado. Es evidente que, si se comparan estos datos con las descripciones e interpretaciones citadas y se  toman en cuenta las explicaciones brindadas por los geólogos y las interpretaciones que de ellas hacen los periodistas, divulgadores y personas que difunden el tema en sus redes y sitios, existe  un profundo desconocimiento de lo que los términos geológicos que se utilizan significan y ello  se ve agravado por ciertas interferencias con preconceptos e ideas populares.

 “Cono de Arita”, además, es el nombre de una unidad estratigráfica conocida como “Formación Arita” en Salta. Que, además de no ser de origen efusivo (se trata de un granito calcoalcalino), es de edad ordovícica. En este caso la confusión surge de la costumbre popular de llamar a cualquier afloramiento o estructura “formación geológica”. En varios de los textos revisados se hace referencia a que el Cono “es una formación geológica” y la expresión aparece frecuentemente en los medios no especializados para describir tanto a geoformas como a cuerpos de roca.

“Sólo educación, educación y más educación”

Reflexionar acerca de la paradoja de la utilidad de la Internet en la educación formal y no formal y de los problemas que surgen cuando la información más rápidamente accesible no es la mejor desde el punto de vista conceptual. Si bien el trabajo se ha centrado en el Cono de Arita, es preciso reconocer que todos cometemos muchos errores involuntarios y no siempre los percibimos... o no llegamos a tiempo para corregirlos. La intención de este trabajo no es la mera crítica a los autores de los ejemplos incluidos (lamentablemente hay muchos más...), sino duda de que, si se realizara una búsqueda similar con respecto a otros rasgos geológicos de interés turístico, se llegaría a resultados similares.

La lectura de los párrafos anteriores demuestra claramente que no es fácil vulgarizar sobre temas que no se conocen y que el resultado más probable es cometer errores. Surge con claridad también que muchas de las notas comentadas son copia unas de otras... y esto incluye copiar lo malo y lo bueno. Estas situaciones minan lamentablemente, el poder educativo “no formal” que ofrece la Internet y es difícil encontrar los mecanismos (sobre todo en el corto plazo) que permitan corregir estos problemas. Si bien es relativamente sencillo corregir errores en la Wikipedia, es casi imposible hacerlo en los casos anteriores.

Esta situación, observada desde la perspectiva más abarcadora, es consecuencia natural de la falta de formación geológica que la mayoría de la ciudadanía sufre, ya que las ciencias de la Tierra están completamente ausentes de la mayoría de los programas de educación primaria y secundaria. Sólo educación, educación y más educación pueden ayudar a revertirla ya que, bien lo dice el refrán, “Es mejor prevenir que curar”. Todos los especialistas en didáctica tienen claro que es más fácil introducir un concepto correcto sobre un tema nuevo que corregir uno equivocado previamente adquirido.

 

Imágenes: Télam

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