¡Escribí! Notas de Lector
Ir a la secciónBuenos Aires - - Domingo 28 De Mayo
Cuando llega ese día tan esperado en el que hay que bañar a nuestra mascota, debemos tener en cuenta una serie de pasos para que dicho acontecimiento no nos tome por sorpresa.
Lo primero que notaremos es que cuando empecemos a reunir los elementos para su higiene, nuestro amigo de cuatro patas ya comprenderá la situación que se avecina e intentará hacer mutis por el foro. Y por más que lo llamemos con nuestra voz más dulce, él querrá ocuparse de otros temas…
Tenemos que tener en claro a dónde lo bañaremos. Que sea un lugar apropiado y cómodo para ambos; con la correa bien a mano para que no se vaya (en lo posible que sea de nylon, porque si es de cuero y se moja puede desteñir, manchando su pelaje, y si se pone al sol húmeda puede contraerse). El agua debe estar a una temperatura agradable; tenemos que tener el champú a mano y si es antipulga o medicamentado, debemos leer las instrucciones por si tenemos que usar guantes. En lo posible usar un cepillo suave para que le sea más agradable a su mascota. Además debe haber toallas para su secado (en lo posible más de una). Nuestros viejos toallones de playa pueden ser muy apropiados.
Debemos usar ropa adecuada para el momento en que se sacudirá con todas sus ganas, aún húmedo.
Además, siempre debemos tener en cuenta que si lo dejamos salir corriendo con el pelo aún húmedo, ellos sin dudar se revolcarán en el primer lugar sucio que encuentren en los alrededores.
Si logramos que esta experiencia no sea tan tortuosa ni traumática para ambos, seguramente afrontaremos ese momento con alegría, y cuando toque de nuevo ya no veremos desaparecer de nuestra vista a nuestro querido amigo, que pareciese tener un sexto sentido para las cuestiones relacionadas con su higiene personal.
A diferencia de los humanos los animales poseen una microbiota natural que los protege de distintos patógenos. Al bañarlos eliminamos esta microbiota y se requieren de varios días para que se vuelva a generar. Es por eso que lo recomendable es bañarlos cada dos semanas para dar tiempo a que se vuelva a formar esta capa protectora.
En relación a los gatos, es poco frecuente que los dueños lo bañen por lo que no hay ningún problema si no lo hacen. Los gatos están constantemente lavándose y eliminando cualquier suciedad con lo cual no hay necesidad de bañarlos, pero sí de cepillarlos – en especial las razas de pelo largo.
Hay algunas excepciones, por ejemplo en los casos de gatos con sobrepeso. Debido a su condición les cuesta llegar a algunas partes de su cuerpo y pueden llegar a formarse motas de pelo, por eso, en ese caso si es necesario bañarlos.
Sin embargo, si al gato no se lo acostumbró a bañarse desde pequeño no es recomendable que lo hagamos nosotros ya que puede asustarse y lastimarnos. Debemos acudir a una clínica veterinaria donde tengan peluquería felina. Allí lo sedaran y será monitoreado por un veterinario mientras se realiza la peluquería.
Es importante destacar que la formación de motas de pelo no es razón suficiente para bañar a nuestro gato. Las motas se forman no solamente por la imposibilidad del animal de limpiarse en ciertas áreas, sino que también puede deberse a otras patologías. Por lo tanto antes de meter al michi a la bañera consultá con un veterinario para evitar causarle más problemas.
Fecha de Publicación: 21/05/2018
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